9 de diciembre de 2009

Día 12: Villa de Leyva y Suesca

Visitar un dinosaurio, tratar de escalar, visitar pozos azules fueron algunas de las actividades de los viajeros Honda este día.

Kilometraje 186
Recorrido Villa de Leyva – Santa Sofía –Puente de Boyacá – Suesca
 

Villa de Leyva es sin duda uno de los pueblos más cotizados por los turistas y colombianos, y según algunos, uno de los pueblos más bonitos de Colombia por su gente, sus construcciones, y la cantidad de actividades que hay para hacer: desde subir a una montaña, hasta recorrer un desierto.
Es un pueblo mágico, sus casas, y el ambiente descomplicado hace que sea único. Después de una larga noche, mas para Daniel que para mí porque después de echar un “cara y sello” le tocó dormir en el sofá que tenía unos 55 cm de ancho y un colchón que parecía una serranía, nos levantamos para ir a conocer algunos de los lugares más llamativos de Villa de Leyva.
Empacamos nuevamente las motos y salimos de la Villa rumbo a los Pozos Azules que están en el desierto de la Candelaria. Son únicos, el color que tienen es gracias a unos minerales que le dan al agua esas propiedades que los hacen ver como el cielo en el día más despejado…definitivamente un excelente lugar.
De ahí salimos al Fósil, es un dinosaurio fosilizado que tiene unos 8 metros de largo por 5 de ancho, es asombroso ver esa criatura y pensar que hace miles de años era un ser vivo y que aún está su silueta marcada en unas rocas. Además de este, hay muchos fósiles encontrados en el desierto, se cree que existen muchos más debajo del suelo actual de Villa de Leyva. Esto se debe a que hace miles de años este lugar estaba cubierto por el mar lo que dejo plasmado en su suelo estas criaturas asombrosas.

Por último arrancamos para el Paso del Ángel, apenas le dije a Daniel el nombre me hizo mala cara. Arrancamos para allá, parqueamos las motos cerca y empezamos a caminar hacia el lugar. Es un filo de una montaña, un camino de herradura que se empieza a angostar y que a lado y lado tiene un precipicio de unos 300 m y al otro uno de 25 m, es decir si usted se cae para alguno de los dos, se jode. El tramo más berraco es uno que tiene no mas de 30 cm de ancho y 50 cm de largo, es dar un paso, pero ese paso lo puede cambiar todo, esa adrenalina que sentí antes de pasar es atemorizante, agradable..

Listo, esa fue una prueba superada, sólo nos quedaba arrancar para Suesca. Tardamos una hora y media en llegar. Caminamos hacia las rocas y vimos un par de escaladores subiendo por las rocas a varios metros del suelo con un día perfecto, que envidia. Hicimos algunos intentos de escalar pero definitivamente nos quedó claro que para esto hay que entrenar, la cosa no es tan fácil, la roca es imponente y el lugar lo dice todo.
Nos vemos mañana, no tengo mucho más que contarles por hoy.