3 de febrero de 2005

Cuando le abren sucursal

Le dijeron que las mejores hamburguesas de Bogotá eran "aquellas". Y usted, además de esas hamburguesas, se comió el cuento. Pruebe las de La Hamburguesería y aléjese del unanimismo alimenticio.

No hubo poder que la convenciera. Ella conoció al tipo y quedó encantada. Usted ya se jugó todas las cartas. Ni un as bajo la manga la pudo retener. Le abrieron sucursal y después lo despacharon. Aunque parezca que le estamos dando moralita pendeja, no hay ningún otro remedio para esos despechos que los amigos. Y a una sucursal, otra sucursal. Tal y como lo está oyendo. La hamburguesería abrió otra sucursal para los norteños, a la que puede ir con sus amigos a comer bien rico y a tratar de olvidar el nombre de esa película que le da vueltas en la cabeza: sé lo que hicieron el verano pasado.
Después de que varios de sus clientes ejecutivos de La Macarena les insistieran para que abrieran un local más al norte, los socios de La Hamburguesería decidieron meterse al corazón gourmet de la nueva y codiciada zona G. El sitio tiene el mismo ambiente de La Macarena, pero en un espacio cuatro veces más grande y con más diseño. Para eso fueron asesorados por el diseñador paisa Juan Manuel Serrano, autor del logo original del restaurante, pero la obra estuvo a cargo de Carlos Arturo Pardo (padre de Alejandro, uno de los socios) y de Sergio Cartwright, otro de los socios. En este negocio todos están relacionados con todos de alguna manera. El chef es cuñado del uno y la mamá del otro es la creadora de la carta, que es el resultado de una mezcla entre su amplia experiencia en banquetes y el ingenio de Alejandro y Sergio para hacer hamburguesas caseras. Y, claro, se complementa con platos clásicos de algunos amigos, como el calentao Guerrero, autoría de Natalia (protagonista del reality la granja y próximamente de un video de Carlos Vives). Y, como si fuera poco, les llegó Santiago Molina, chef traído directamente del Culinary Institute of America en Nueva York.
El sitio es para la gente que le gusta comer bien, pero sin pretensiones. Los precios son excelentes. Si quiere pasar un rato realmente cómodo con sus amigos y reírse hasta de la sucursal que le montaron, vaya a La Hamburguesería en Emaus (así se llama ese barrio en donde está la zona G), siéntese en la terraza si quiere fumar y tomarse unas polas al ritmo de ese tipo de música que lastimosamente ya no se oye en ninguna parte (rock, funk, soul, jazz) y olvídese de esa tonta que, démonos más moralita, le estaba empezando a quedar chiquita.

LA HAMBURGUESERÍA
EN EMAUS
ENTRADA SUGERIDA: Quesadillas $4.800 o calentao Guerrero $6.500
PLATO SUGERIDO: Hamburguesa chapetona (jamón serrano, queso y alioli) $15.500
PRECIOS PROMEDIO: Entradas de $4.200 a $7.900 y platos fuertes de $4.900 a $18.500
HORARIO: Abierto de lunes a sábado de
12:00 m. a 1:00 a.m. y domingos de 12:00 m.
a 7:00 p.m.
DIRECCIÓN: Calle 70 # 4-69 Bogotá.
Tel: 3213350