20 de noviembre de 2002

New kid on the block

Después de haber trabajado en cocinas de la talla de Nobu, Tabla y L?espinaz, Michael Furmansky reinterpreta la cocina clásica en su restaurante ?Michael? en el corazón de la Zona T de Bogotá.

Michael Furmansky sabe que lo más importante para un buen chef es definir los sabores, ?que a la gente no haya que explicarle lo que se está comiendo sino que pueda identificarlo mientras lo disfruta?. Furmansky lo tiene tan claro que antes que ponerse a inventar recetas o a experimentar con los sabores de moda, lo que quiere es reinterpretar platos clásicos. Por eso, lo primero que hizo al llegar a Colombia, antes de cualquier intento abstracto de diseñar un menú, fue ir a la plaza de mercado y eso explica por qué la carta de Michael es una sucesión de deliciosas sorpresas.

El cuento arranca en la sección de entradas: la particular textura de un risotto de papa capaz de combinar la delicadeza del tradicional plato con los sabores de los habituales componentes del ajiaco (así los puristas se escandalicen), o un suculento corte de costilla de res cocida lentamente en vino y servida con anillos de cebolla y una chiffonade de cebolla, son tan sólo el comienzo.

La cosa continúa con el plato fuerte: una cola de langosta en beurre blanc complementada con puré de papa con albahaca y carne de langosta parrillada, un rack de chuletas de cordero a la parrilla acompañadas de chorizo de cordero casero y quinua, o un filet mignon con mantequilla de mostaza y estragón servido sobre un pavé de papa y espinaca salteada, son por lo menos tres de las atractivas opciones. Y, claro, aquí podríamos hacer una pausa y hablar del bouillabaisse o de cómo el pargo es tan bueno que seduce hasta a los más reacios al sabor del pescado, pero eso implicaría descuidar el espacio necesario para hablar de los postres. Una crème brulée con papayuela, un Molton chocolate cake (tal vez el mejor de la ciudad) o un flan de manzana acaramelada son capaces de acabar con cualquier dieta. A este punto podríamos hacer una segunda pausa, y hablar de opciones más ligeras como la chop salad o las empanadas de queso azul y manzana; incluso, entrar a describir el ambiente elegante del sitio y la agradable posibilidad de tomarse un trago en la barra, pero la verdad es que los platos de Michael son tantos, y tan buenos, que preferimos hacer énfasis en la comida, decir que Michael se salió con la suya, que los sabores son tan cercanos como identificables y que la única

manera de comprobarlo es probando y volviendo.



MICHAEL

Plato sugerido: Salmón grillé sobre raviolis de queso con manzana y espinaca salteada.

Precios promedio:

Entrada: US$6.

Plato fuerte: US$11.

Postre: US$4.

Dirección: carrera 13 # 83-08, Bogotá

Reservaciones tel: 2 36 59 46