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21 de julio de 2010

Testimonios

Desnudas por una causa

Hace un año las actrices que ustedes ven aquí prometieron que si se aprobaba la Ley Fanny Mikey en el Congreso mostrarían las tetas en SoHo. La ley es un hecho y ellas cumplieron su promesa, y de paso inauguran Actores, la sociedad de gestión que administrará sus derechos.

Por: Fotografías de Alejandra Quintero © 2010
Fotografías de Alejandra Quintero © 2010 | Foto: Fotografías de Alejandra Quintero © 2010

Por Patricia Castañeda

El jueves 16 de junio hubo lágrimas en el Senado, lágrimas de felicidad. Porque luego de cuatro años de trabajo duro y constante, los actores logramos que se aprobara la Ley Fanny Mikey, que permite que a los artistas de la obra audiovisual se les otorgue el derecho de autor para la remuneración pública. Es decir, ahora tenemos derecho a una remuneración por la retransmisión de obras audivisuales donde hemos participado en el pasado.

Qué nos íbamos a imaginar hace un año, luego de salir de una sesión del Congreso a la que fuimos arrastradas Marcela, Cristina, Sandra y yo, por la vocera y gestora de este proyecto, María Eugenia Penagos, que hoy estuviéramos celebrando. Llevábamos cuatro años en esas: antes ni sabíamos dónde era el Congreso y de repente estábamos entrando y saliendo como Pedro por su casa viendo los debates y qué pasaba con ese proyecto de ley.

Estamos celebrando porque este último año largo le metimos todo el corazón y la cabeza al proyecto de ley para que fuera aprobado. No fue fácil. Desde el comienzo tuvimos que aprender mucho y poco a poco nos fuimos informando de la mano de Zea, Juan S. Aragón y Toto Vega y nos convencimos de que era un respaldo a muchos años de estudio, de carrera, de pasión al trabajo que hacemos.

Todo comenzó con un almuerzo donde vimos que parte de la indiferencia hacia la ley era el anonimato en el que estaba y nuestra meta fue sacarla del estadio, que la gente supiera de ella. Que la conocieran los demás actores, los congresistas, los medios, el presidente, y así darle la importancia que se merece. Para lograrlo necesitábamos ser agresivas y provocadoras.

Esa es la razón por la que estamos aquí, en estas páginas, mostrando nuestro cuerpo. Porque nuestro cuerpo y nuestra voz son el vehículo de nuestro talento, a través de él construimos personajes que llevamos a la pantalla, y es a través de él que hacemos esta campaña: unos hacen huelga de hambre, otros paran las labores. Nosotras decidimos desnudarnos. Dos semanas después de ese almuerzo nos encontramos en el estudio de fotografía, listas para comenzar la campaña. No tuvimos tiempo de digerir lo que habíamos propuesto, sino hasta el último minuto cuando, ya sin ropa, comenzamos a llamar a los novios, esposos, hijos, padres, a decirles que posiblemente saldríamos desnudas en SoHo si el proyecto de ley era aprobado. Esa era nuestra manera de manifestarnos. Todos apoyaron la idea. Ocho días después en un anuncio de la revista Semana estábamos, desnudas, tapándonos el pecho con los brazos, con una consigna que resumía lo que pensábamos: "Si en este país le paran más bolas a un par de tetas que a una ley de derechos de autor, nosotras no tenemos ningún problema en pronunciarnos".

La W también se unió a esta iniciativa que SoHo apoyó desde el comienzo y en cuestión de minutos ya estaban entrevistando a congresistas y actores, regando la voz de que había una ley en el Congreso a la cual nadie le paraba bolas hasta que se le dio la importancia que se merecía.

Como era obvio, las críticas no se hicieron esperar. Compañeros, amigos del medio, nos cuestionarion la necesidad de desnudarnos. Pero poco a poco se fueron uniendo más actrices a la causa, se involucraron 16 hermosas y talentosas actrices quienes dijeron que si se iban a desnudar algún día, lo harían por algo importante: su profesión. Por eso estamos nosotras 20 aquí. Y lo hicimos con convicción, elegancia y porque se nos dio la gana. Envejeceremos y el cuerpo dejará de ser objeto de deseo, pero las condiciones de trabajo para los actores serán mejores.

Y mientras nosotras hacíamos estragos por un lado, otros actores, con la misma convicción y deseo de que la ley pasara, también hacían lo suyo: Roberto Cano montó paginas web, Yepes habló con ministros, otros hablaban con senadores, con representantes a la Cámara, jefes de partidos, otros asistían al Congreso, en fin. En medio de fotos, filmaciones y ensayos nos escapamos muchas veces para asistir al Congreso y seguir dando la cara, hicimos relevos con decenas de actores para estar ahí siempre. Hasta que Nórida Rodríguez salió con la brillante idea de llevar fotos de los actores que no podían asistir. Ese día la comisión del Senado estaba inundada con las caras de todos los elencos colgando de palos.

Ese jueves se cerraba el Congreso por cambio de gabinete y la ley o era aprobada por el Senado o debíamos comenzar de ceros. De ceros podía ser otro año, u otros cuatro u otros doce. Y a esto se le sumaba que por primera vez habíamos llegado tan lejos. (Una ley debe ser aprobada por la primera instancia de la Cámara, luego en la plenaria de la Cámara, luego en la primera instancia del Senado, luego en la plenaria del Senado, y al final, ser firmada por presidencia).

Y cuando 55 senadores votaron por el sí, nos fundimos en abrazos. También dejamos lágrimas de felicidad. No solo por nosotros, sino por los actores que se fueron sin saber que por fin esa ley por la que lucharon era un hecho y por los miles futuros actores que seguramente no se van a preguntar en 20 años cómo se logró esto, sino que será parte de su día a día, pero así como en todo hay un origen, este fue el nuestro. Bello, apasionante, con angustias, de varias uñas menos, gastritis y hasta pequeñas peleas, pero al final… lo logramos. Y ahora ya estamos fortaleciendo la sociedad de gestión Actores, la encargada de hacer el recaudo.

Y esa es la razón por la que estamos aquí narrando esta historia, compartiendo el porqué estamos sin ropa, celebrando una ley. Gracias a todos los que nos apoyaron desde el principio, a los que se fueron sumando a lo largo de este año y a los que se alegraron con nuestro logro. Gracias al presidente Uribe, a los ministros, especialmente al ministro Valencia, a los senadores Cáceres, Arrieta, Velasco y Paredes, a las bancadas de los distintos partidos políticos, al presidente electo, Juan Manuel Santos, a los medios de comunicación, a las productoras, a Lucero Cortés, a Camilo Rojas, a Daniel Samper, a la naciente sociedad de gestión

Actores, a todos nosotros actores de profesión y pasión por no rendirnos, y a nosotras 20 por ponerle el pecho a la ley.

Fanny MikeyMujeres SoHoactrices colombianasLey Fanny Mikey

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