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17 de noviembre de 2005

Cartas edición 67

De la Clínica Infantil Colsubsidio

Apreciado director:
Leí el octavo capítulo de la novela erótica, publicado en el número 67 de SoHo; resulta inverosímil comprender cómo una revista que pertenece a un grupo editorial serio presta sus páginas para una narración tan denigrante en el fondo, como vergonzosa en la forma. Indigna y sorprende que para darle rienda suelta a un imaginario que gira alrededor de la pornografía y la paidofilia, el autor utilice como escenario una institución que en la vida real trabaja con devoción y sin tregua para devolverles la salud y el bienestar a los niños de Colombia. La Clínica Infantil Colsubsidio es un hospital de niños donde todos los días se les rinde culto a la vida, a la ciencia, al afecto y a la dignidad de las personas. No es ni ético ni admisible que se haya utilizado el nombre y la atmósfera de la Clínica para desarrollar -así sea en el terreno ficticio de una novela- una temática tan pusilánime y delictiva como el abuso sexual contra menores de edad, plasmado, además, en un vocabulario degradante. Cuesta dedicación, templaza y honestidad construir el buen nombre de personas y de instituciones. Cuesta valor y entereza, y no es justo que unas cuantas líneas, escritas y publicadas tras las bambalinas de la inconsciencia y la irresponsabilidad, puedan menoscabar la imagen de una entidad que por cerca de medio siglo ha consagrado su filosofía y su actuar cotidiano a dignificar poblaciones vulnerables, generando hechos de paz legítimos y efectivos. Escribir y editar son dos acciones que exigen un enorme compromiso con la ética, y en el capítulo de Sánchez Baute la responsabilidad y la integridad son dos grandes ausentes. La Clínica Infantil no guardará silencio frente a un tema que le atañe en lo más sensible de su esencia y misión: el respeto por los niños, e interpondrá las acciones legales del caso, contra la revista y el autor. Espero y agradezco una respuesta. Pero, por favor, no me diga que se trata de una novela, y que por lo tanto pertenece al terreno de la ficción: eso es obvio. Usted y yo sabemos que dentro y fuera de los contextos tangibles -aun en el terreno de la fantasía- con la honra no se juega.
Gloria Arias Nieto
Directora
Clínica Infantil Colsubsidio

Apreciada directora:
La política editorial de SoHo, como toda revista de firmas, es respetar la libre expresión de sus colaboradores, esté o no de acuerdo con ellos. Este respeto se hace notorio en cualquier tipo de textos, pero todavía más en aquellos que estén inscritos en el terreno de la ficción, como el de la novela erótica que usted menciona. Lo anterior, sin embargo, no deja de hacernos sentir incómodos, porque en esta revista admiramos profundamente el trabajo que realizan en la Clínica Infantil Colsubsidio. Lamentamos este incidente y deseamos que una mención que podía haberse evitado no afecte la imagen de la increíble y desinteresada labor que día a día su instituto ofrece a personas de escasos recursos.
Daniel Samper Ospina
Director


Las cuatro esquinas de Colombia
Muy buenas las notas de esta sección, aunque es importante aclarar que han seleccionado los extremos de la Colombia continental. Nuestro país tiene un 50 por ciento más de territorio por las aguas territoriales, y lo más relevante para este caso serían los territorios insulares de San Andrés y todos sus cayos aledaños, que ocasionan que el punto más norte de Colombia sea el Cayo Serrana, muy cerca de Jamaica. El Cayo Alburquerque y la Isla Malpelo, en el Pacífico, son los puntos más occidentales del país, con mínimas diferencias entre ellos.
Felipe Estela, Cali

Como es habitual, Germán Castro, en su crónica de El Cocui, describe objetivamente la realidad nacional desde la óptica del sufrimiento de sus gentes, la inequidad social, el abandono estatal y, paralelamente a ello, muestra su belleza y sus valores, significando que para tener el país que queremos, tan solo basta querer el país que tenemos.
H. Orjuela Lozano, Villavicencio

El Pacífico es tan bello desde Punta Ardita hasta Candelilla de la Mar y vale la pena conocerlo sin importar los terroristas de las Farc y las AUC, que han acabado con bellezas indescriptibles con su droga maldita y su violencia injustificada.
Alberto Galofre, Tumaco

Me parece excelente la narración de Héctor Abad sobre la travesía para llegar a Punta Gallinas, el extremo norte de Colombia. Me da orgullo y tristeza a la vez, por ser oriundo de estas tierras a las que adoro y espero algún día poder servir. Es la oportunidad para que el país conozca que nosotros los wayuu no queremos ser una región de bonanzas efímeras que nada positivo le han representado a lo largo del tiempo a nuestra cultura y el deseo del desarrollo próspero. El potencial turístico que tiene la Alta Guajira debe motivar de una forma sana a las autoridades municipales, departamentales y nacionales, pero se necesita el agua vital, adecuadas vías y voluntad de servicio. Invito a mis paisanos a unir esfuerzos por el sano desarrollo y prosperidad de nuestra tierra.
Álvaro R. Mejía, Bogotá

Solo, desde este poco distante lugar de mi patria, leo con entusiasmo y a la vez desconcierto, sobre las cuatro esquinas bellas de Colombia. Espero que las autoridades y los coterráneos que aún pueden vivir allí salven estas maravillas y, cuando en Colombia la tranquilidad vuelva, las muestren con orgullo a todos.
Thomas Álvarez, San José, Costa Rica

McCausland le cogió el tono y el sabor a esa Colombia del sur a la que no vamos nunca. Y no diría yo que es por falta de ganas sino de plata. Averigüen lo que cuesta ir a Leticia. Las aerolíneas nacionales deberían subsidiar con las otras rutas las que nos llevan a este paraíso lejano donde el caribe Ernesto fue, vio y escribió.
Bernardo Santos, Medellín
Consejo
Me dirijo a ustedes ya que quiero darles consejo sobre las bellas modelos y actrices que hay en Colombia y ustedes no han tenido en cuenta, como, por ejemplo, Marcela Gardeazábal, Sara Corales, Carolina Ramírez y muchas otras que tienen mucho que mostrar. Otro aspecto que quiero dar a conocer, y que a muchas personas también nos gustaría ver, es la parte inferior de la mujer, no todo, pero si una partecita, ya que ustedes manejan una fotografía muy profesional y artística. Por eso me atrevo a pedirles el favor de que nos den ese gusto a nosotros los hombres de conocer un poco más del cuerpo de las famosas y la belleza colombiana.
Muchas gracias por su atención. Mirarán los resultados.
Cuchibiris, vía internet

Propuesta muy
profesional
Propongo hacer en SoHo un listado de "profesionales destacados" para el cual lanzo los siguientes candidatos: el sastre del Presidente, el odontólogo de César Gaviria, el ideólogo de Andrés Pastrana, el maquillador de Marbelle, el profesor de oratoria de Francisco Santos, el bioenergético de Fabio Echeverri, el asesor de imagen de Farina, el profesor de redacción de Juan Manuel Santos, el profesor de urbanidad y buenos modales de Juan Pablo Montoya y el profesor de ideas políticas de Sabas Pretelt. Prometo mandar pronto más candidatos.
Antonio Pabón, Bogotá

24 horas de
insultos
La experiencia de ponerse al volante de un vehículo de servicio público, así, de entrada, suena a castigo más que a reportaje periodístico. Estoy seguro de que la señora Lariza Pizano debió padecer lo inimaginable y salió adelante con un trabajo muy atractivo. Agregaría únicamente que deberían pedirle a un busero que escribiera "24 horas como peatón", para que vean lo interesante que saldría.
Carlos Potes, Bogotá

Eduardo Arias: ¡No puedo creer que una persona como usted, que siempre ha demostrado amor por el deporte, y específicamente por las carreras de carros, no supiera manejar! Increíble. Digamos que SoHo le ha hecho un favor enorme. Oiga, pero bailar sí sabe, ¿no?
Gerardo Restrepo V., Bogotá

Me parece que el artículo sobre los policías de tránsito es objetivo, excelente. Esa es la realidad, y eso que no han escrito sobre cómo viven los policías en estaciones recién reactivadas por el Gobierno, donde toca vivir en búnker "bajo tierra", porque no hay instalaciones, y comiendo arroz con papa y fresco Royal todos los días. Felicitaciones al periodista, por acá lo esperamos.
Daniel Castro, San José del Guaviare

Los deditos en la boca
Creo que este artículo de Conchita debe ir dirigido a las mujeres que no les gusta el blowjob. Esto es como el whisky: con el tiempo se le coge gusto... y se va mejorando. El hecho es disfrutar mucho de eso, como yo disfruto de la bajada al pozo. Me gusta y si gusta se disfruta y se hace disfrutar. Si no le han cogido agrado, sigan platicando. y dejen de hacerse las santas.
Hernán Guerra, Bogotá

¿Blowjobera?Qué feo se oye. Ni siquiera aquí en México, que es la cuna del texmex y el spanglish, lo dicen así. Es una buena mamadora... porque a veces, cuando te lo hacen y estamos en el punto, les encanta que les digan estas palabras mágicas, "eres una mamadora". y les gusta. pero "eres blowjobera", no creo que te guste, ¿o sí?
Alexander López, Villahermosa, México
Mitología urbana
La excelencia literaria de la columna de Camilo Durán, y sus implicaciones que son generosas y además válidas, me llevan a hacer dos aclaraciones a la llamada mitología urbana, que bien protege la salud humana y la animal. La tradicional limpieza de las botellas es práctica y debería extenderse a las latas de refrescos, fácilmente contaminadas con orina de roedores y fuente, por lo tanto, de leptospirosis, que puede ser fatal en muchos casos. La segunda, los gatos tienen un oído interno y un cerebelo que les permite caer en pies, solo si la distancia de la caída es lo suficientemente alta. Estudios detallados sitúan esto a los siete pisos; por debajo de esto es fácil ver lesiones graves en los felinos. Sin embargo, espero que estos estudios no se repitan en Colombia, en donde abunda la negligencia animal y la ausencia de medicina felina. Agradezco su escrito, que me lleva a racionalizar en lo tradicional.
Franklin Avella, Atlanta, Estados Unidos
la modelo silenciosa
Te felicito por ser lo que eres, y quizá lo hayas leído de muchos labios; pero sigue adelante. Te deseo suerte y muchos éxitos.
Nabonazar Ojeda, Montería.

¡Qué alma tan hermosa!
Juan Pérez, Bogotá
Vives, bien
Me sorprendió agradablemente el cuento de Carlos Vives. Apuesto a que todo el mundo esperaba una cosa rosa, muy cursi, sobre Claudia Elena Vásquez y él nos ofreció un texto muy cuidado y documentado. Por eso le va bien cantando, porque tiene ordenada la cabeza. A él, felicitaciones, y a Claudia Elena también. Divina.
Marcelo Cote Arias, Cali

El gran diálogo del Quijote
Qué envidia, señor Vallejo, siento de su talento, de su prosa, de su inteligencia. Mucha tinta se ha empleado en comentar el Quijote, mas estas frases llenas de elegancia, de facilidad, de excelentes ideas, lo redimen a usted de improperios contra el mundo. Se ha ganado un pasaporte más a la eternidad. ¡Gracias!
Armando Infante, Bogotá

Lo más lúcido entre tantas cosas lúcidas que dijo Vallejo, entre la mamadera de gallo y la erudición, es aquello sobre la progresiva muerte del idioma del Quijote. Reconozco que leer este libro, por momentos me cansa porque tengo que tener un diccionario o detenerme en las notas para entender la imagen que regala Cervantes con sus letras. Todo esto no me produce indignación, pero sí me pone a pensar cómo ha cambiado el mundo con solo leer sus letras. No sé.
Miguel Arias, Bogotá

Mi dislexia y yo
Pue duen artículo. Así somos los disléxicos.
Ciro López, Bogotá