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11 de mayo de 2007

Testimonios

Cómo es ser... hermana de Gabo

Para mí, Gabo no es Gabo sino Gabito, mi hermano mayor, el primero de los once hijos de Luisa Santiaga y Gabriel Eligio.

Por: Aída García Márquez
| Foto: Aída García Márquez


Mi primer recuerdo con él es en Aracataca cuando iba a verlo donde los abuelos y nos dio por coger una muñeca de nuestra hermana Margot y derretirla con las tenazas que usaba el abuelo para manejar la plata. Gabito, que vivía con ellos, quedó como un santo. A mí me sacaron a escobazos de la casa.

Gabito es un hombre cariñoso, acogedor, generoso y fraterno. Es el hermano que añoramos cuando está ausente, el silencioso y animador del "rincón guapo", el lugar cualquiera donde recordamos las anécdotas familiares. A veces él no está presente en esas reuniones. Lo llamamos a México y le decimos que estamos en el rincón guapo para que le de guayabo y envidia.

Él no es bueno para acordarse de los cumpleaños, pero recuerda a cada uno de sus hermanos con sus apodos de infancia: el Neneique, la Cometierra, la Patalarga (que soy yo, porque tenía las piernas muy largas y me gustaba salir mucho a la calle), el Gustaperro, el Ingeniero que no hace puentes, el Bombero que nunca apagó un incendio y el Cuqui que, por mamador de gallo, era más conocido en Cartagena que el mismo Gabito al que alguna vez le dijeron en la playa que si era hermano del Cuqui. Gabito es sencillo y sin complicaciones: odia andar con guardaespaldas y cuando se los ponen hace todo para volarse. Su presencia produce alegría, seguridad y confianza. Nunca anuncia sus llegadas y salidas. Cuando llega dice "baúl en puerta" pues cuando llegó de Bogotá una vez a la casa con un baúl como maleta, nuestra hermana Ligia dijo asustada: "Baúl en puerta". Tampoco se sabe cuándo se va. Primero lo saben los periodistas o cualquiera que lo ve en el aeropuerto. Con él nos vemos muy poco y el orden de sus visitas es: primero sus amigos, luego la gente que le lleva algún mensaje y por último nosotros, pues él cree que entendemos.

Como hermanos todos somos iguales, para compartir las tristezas, las alegrías, las necesidades, pero, por ser el mayor, él es el primero al que le consultamos cualquier problema. En las enfermedades de la familia, Gabito es el Seguro Social y la EPS. Sus principales cualidades son la generosidad, la rectitud, la constancia, la sinceridad y su buen humor.

Cuando mamá Luisa estaba perdiendo la memoria y llegó él a visitarla, yo le pregunté si sabía quién era Gabito. Contestó que su primer hijo, le pregunté que si lo quería y ella, molestando, dijo que no. Gabito que ya era muy famoso, le siguió la mamadera de gallo: "¡Tanto esfuerzo, para que la madre no le pare bolas a uno...!". Todos nos morimos de la risa.

Cuando se ganó el Nobel yo estaba dando clases, entré a la sala de profesores y había un alboroto tenaz. Yo dije: me voy a esconder antes de que me cojan, pero cuando llegué a la casa eso estaba lleno de periodistas. Así ha sido desde ahí. Él no se imaginó lo que le iba a pasar.

La fidelidad con sus amigos es otra de sus virtudes. Sus verdaderos amigos son los anteriores a Cien años de soledad, cuando aún no era famoso. El homenaje que le hicieron por sus 80 años fue muy merecido. Yo me estremecí en ese momento y pensé en lo que habrían sentido mis padres si estuvieran vivos. Todo cuanto se dijo de él yo lo dije en mi interior en grado superlativo, porque él es el orgullo más grande de la familia.

Su obra es un compendio de los hechos familiares y de sus amigos, de los ambientes en los que hemos vivido, por eso todos los sentimos tan nuestro y nos lo sabemos de memoria. Sus hermanos escuchamos, leemos todo lo que se dice de él, porque nosotros somos parte de ese todo que formaron nuestros padres. Cuando lo critican yo siempre lo defiendo. Él dice que solo firma libros y no cualquier papel viejo y molesta diciendo que no fue suficiente con escribirlos pues también le toca firmarlos. Y a veces se pasan. Al pobre se le arma una pared llena de libros que le toca firmar y él no es que no quiera hacerlo, sino que ha estado enfermo. Hay que entenderlo.

Gabito es el orgullo de Aracataca, de mi familia, de Colombia, de esas personas que en cualquier rincón de la tierra conocen las dimensiones de su obra. Gabito, para mí, es aquel hombre que ha llevado a la familia frente al pedestal de la inmortalidad.

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