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22 de enero de 2016

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La obra de arte que fue confundida con basura (y que una aseadora barrió)

Parece mentira, pero no le estamos tomando el pelo: una instalación de dos artistas italianas acabó, literalmente, en la caneca cuando una aseadora la confundió con los restos de una noche de fiesta. ¿Cómo pudo pasar algo así? Aquí se lo contamos.

Por: Revista SoHo
| Foto: Museion, Courtesy of the Artists

La obra
Aunque el nombre del performance daba algunas pistas —¿Dónde vamos a bailar esta noche?—, había que verlo para hacerse una idea: una sala del Museo de Arte Moderno de Bolzano, en Italia, llena de botellas de champaña vacías tiradas en el piso, confetis, serpentinas, cajas de cigarrillos y una de esas bolas de discoteca que colgaba del techo. En resumen: los rezagos de una fiesta tremenda. En palabras de las creadoras, las artistas italianas Sara Goldschmied y Eleonora Chiari, la obra significaba “una metáfora de la década de los ochenta, el fin de la fiesta del consumismo y la especulación financiera”. Pero está claro que no todo el mundo pensaba lo mismo… (El arte de trabarse)

Los hechos
Cuando se cerró el museo, le pidieron a la empleada de la limpieza que ordenara una de las salas en la que horas atrás se había presentado un libro. La joven, que había llegado hacía poco al museo asignada por una empresa de aseo externa, bajó a la primera planta con escoba en mano, vio el tremendo desorden, y acto seguido se puso a recoger las botellas vacías, las cajetillas, las serpentinas y los confetis. Seguramente, mientras ordenaba alcanzó a pensar que las presentaciones de libros en ese museo siempre resultaban bastante movidas.

El error
Solo hasta el día siguiente, Letizia Ragaglia, la directora del museo, se dio cuenta de lo sucedido: la encargada de la limpieza pasó de largo por la sala donde se había presentado el libro, pero dejó inmaculada en la que se montó el performance de las artistas italianas. Todo el ‘desorden’ estaba limpiecito y bien arrumado, en varias bolsas de basura. (Una curadora critica las obras de arte de los hoteles)

Lo que dijeron las artistas
SoHo contactó a Sara Goldschmied, quien se tomó la cosa con humor. “Después del shock inicial no podíamos parar de reírnos. Luego pensamos que la instalación había resultado muy real y exitosa. Lo mejor es que, para la historia del arte, ya quedamos en buena compañía: Joseph Beuys, Tracey Emin y Damien Hirst, artistas a los que les han sucedido cosas similares”, dijo desde Italia.

Lo que pasó con la aseadora
“Sigue trabajando para la compañía de limpieza en Bolzano”, cuenta Goldschmied. Aunque no estamos seguros de que haya vuelto a pisar el museo… (La exposición de arte hecha solo con comida)

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