Rojo y negro 3

Mírelas bien. Analícelas una y otra vez. Si ya lo hizo de arriba abajo, cuéntenos: ¿cuál cree usted que es la belga y cuál cree que es la colombiana? A simple vista ambas modelos podrían venir directamente desde el cielo, pero Stephanie Dunga, la morenaza de rasgos exóticos, es la belga y Maria Paula Quintero, la pelirroja de mirada sensual, es la colombiana.

Entremos en detalles. Stephanie es en verdad belga-congolesa. La familia de su madre reside en Bélgica y su padre es del Congo, donde ella nació. En ambos países se habla francés, y todavía se le nota el acento cada vez que habla español y pronuncia unas erres que enamoran a cualquiera. Le encanta ir de vacaciones a la casa de su abuela en Bruselas pero extraña el olor característico que emana de las calles congolesas en verano. Lo bueno es que en Colombia, donde lleva dos años viviendo, los paisajes le recuerdan el Congo, además los platos y los ingredientes que usamos los colombianos en nuestras preparaciones son muy parecidos a los que ella acostumbraba comer en África. Le encanta la rumba colombiana, y no es de extrañarse verla en Andrés Carne de Res o en Alma bailando a ritmo de música latina con movimientos de cadera muy africanos.

Volvamos a María Paula: bogotana a más no poder, esta hermosa modelo es cero penosa y le encanta hacer unos papelones increíbles. Claro, todo porque ella es estudiante de teatro en la Academia Charlot, y le encanta interpretar miles de personajes de diferentes obras. Admira a Marion Cotillard, la actriz que interpretó a Édith Piaf en La vida en rosa, y anhela tener las mismas aptitudes que los grandes del cine y del teatro. Por ahora no se considera artista, aunque es fanática de todas sus expresiones, y espera estudiar toda la vida en diferentes partes del mundo. Tiene que estar muy pendiente de la cartelera de teatro porque María Paula todavía no ha hecho su gran debut; por eso anda muy concentrada en sus estudios, porque aunque el modelaje le encanta sabe que no durará para siempre, mientras que la actuación es eterna.

Aquí se las presentamos. Las dos son deslumbrantes. Ahora cuéntenos, ¿usted con cuál se queda?