¿Quiere ser sexy? ¡Sonría!

Por: María Lucía Banker*

Hemos reducido la sexualidad a manuales y a ‘estrategias de seducción’ que inhiben nuestra espontaneidad y la actitud desprevenida de sonreír. Nos hemos vuelto acartonados y mentales hasta la médula, al punto de racionalizar algo tan instintivo y natural como el sexo. Nos hemos vuelto ‘muy serios’ en materia de relaciones. La sonrisa es – indiscutiblemente – el lenguaje universal: no requiere de ninguna interpretación para ser entendida, ni explicada.

¡Un elemento esencial en el sexo elevado es el juego y su capacidad de divertirse y reírse con ganas! Se suele pensar que para darle una connotación sagrada a algo, debemos adoptar una actitud seria y aburrida. El sexo sagrado trae la inocencia de vuelta para ver con nuevos ojos el cuerpo y sus maravillas. Una actitud juguetona le da a la pareja un sentido de lo que es nuevo e inesperado, y una oportunidad para convertir la seriedad y el conflicto en creatividad.

Por ejemplo, cuando usted se encuentra frente a algún punto álgido con su pareja y hay una dificultad entre ambos para entenderse, hay dos formas básicas de reaccionar. Puede adoptar una actitud seria, fría y crítica frente a su pareja, o puede tomar un poco de distancia sobre el problema para verlo desde una perspectiva más amplia, no tomárselo tan ‘a pecho’ y verlo con humor para darle una solución creativa. Esta es una cualidad sin ecuánime para trascender la importancia personal o el ego. Puede aprender a verse como un gran bufón que aprende a reírse de las situaciones, de usted mismo y de las pequeñeces que solemos agrandar y convertir en ‘grandes dramas’ de la vida.

En el sexo elevado, la capacidad de ver el humor en situaciones de gran tensión, es considerado un valor muy apreciado. La risa rompe de inmediato barreras y resistencias, aligera el estado de ánimo, y convierte un encuentro sexual en un juego espiritual. Se ha dicho que la señal irrefutable del ‘sexo cósmico’ es un “orgasmo acompañado de una risa incontrolable”.

No se tome la vida tan en serio. ¡No se tome a usted mismo tan en serio! Relájese y aprenda a reírse de las situaciones. Nada más sexy que una amplia sonrisa y nada más encantador que un hombre que sabe verle el humor a la vida. Si no, pregúntele a cualquier mujer.

*Experta en Sexualidad Consciente y Tantra

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