La joven envió descarados audios aceptando la culpa de la misma forma que lo hizo Anna en la serie
Inventing Anna es una serie de Netflix que narra la historia de una mujer oportunista que aparenta una vida falsa para rodearse de las personas más exitosas de New York, en el camino logra estafar de forma ingenua a muchos de sus cercanos para hacer realidad su ideal mental.
Una estudiante de una institución reconocida en Argentina, Colegio Secundario de Belgrano, en Buenos Aires, quien hizo operaciones fraudulentas contra sus compañeras.
Todo se supo a través de audios de WhatsApp que se empezaron a filtrar en el grupo de padres del colegio. Las notas de voz, narraban como una menor de edad, habría tomado fotos de las tarjetas de crédito de sus compañeras de colegio para hacer compras.
La joven se valió de artimañas para engañar a sus amigas y usas sus tarjetas para lograr regalos, usar uber, cabify, viajes al exterior, compras online en sitios como eBay, Mercado Libre, Amazon, pago de gimnasio, compra de marcas exclusivas.
Se identificó además que alcanzó a viajar a Mar del Plata, Buenos Aires, Bariloche y Punta del Este. Cuando sus amigas se dieron cuenta de inmediato le reclamaron a lo que respondió:
“No me estaría dando la cara para venir y decirte esto, pero a tu tarjeta de crédito le saque una foto. También a la de tu hermana, pero no la usé. Fue una vez que fui a tu casa, ahí le saqué una foto a tu tarjeta y la usé en Uber”, explicó la joven.
Así mismo, le dijo a otra de sus compañeras “te pido perdón, me siento mal y estoy más que arrepentida. No sé por qué lo hice. Sé que no vas a poder entenderlo. Te pido perdón, nada de lo que te diga va a justificar lo que hice”.
En otro audio se refiere a los gastos que hizo y “acepta tener un problema enorme y no sabe lo que se le pasó por la cabeza”. Lo curioso del asunto es que estás son las mismas líneas Anna en la serie cuando sus amigos la descubrían.
La estudiante gastó 30 mil pesos argentinos (991 mil pesos colombianos) en ropa de diseñador y se creé que la suma supera los 15 mil dólares (56 millones de pesos). El juego le duró meses antes de ser descubierta, luego de hurtar un collar de la marca Tiffany & Co de una compañera, que uso en una reunión y ahí, la descubrieron.