Los desaparecidos de los últimos días en Bogotá revivieron el miedo por esta droga que hace que la persona pierda toda voluntad y entre en estado de obediencia absoluta. Un «zombie» se queda corto para describir lo que se vive bajo sus efectos.
Las consecuencias mortales que tiene la popularmente conocida burundanga no son nuevas, en un país donde la inseguridad y las violentas modalidades de robo son el pan de cada día. Sin embargo, hay épocas en las que la palabra escopolamina se toma los titulares de los noticieros como ocurrió el fin de semana pasado, cuando se reportaron varios casos en los que la temida droga hizo de las suyas y hasta acabó con la vida de una persona en Bogotá.
Hernán Felipe Mejía es el hombre que desapareció la noche de este viernes luego de haber abordado un taxi a las afueras de un restaurante en Chapinero. Al parecer, a los delincuentes se les fue la mano con la dosis de burundanga y, tras sufrir varias convulsiones, la víctima perdió la vida.
El caso de Mejía es uno de los tantos que se reportan todos los días en esta fría selva de cemento, que ha visto cómo en los últimos meses la inseguridad se ha ido desbordando. Familiares se quedan con la duda de si sus seres queridos volverán a casa sanos y salvos. Tal es el caso de Laura Ramírez, quien se quedó con una zozobra enorme luego de haber hablado con su pareja la noche de un viernes y después de varias horas enterarse que no había llegado a su hogar.
Roberto Cortés estaba departiendo con sus amigos en una cervecería artesanal en la zona Rosa de Bogotá, eran las 9:30 p. m. y ya estaba notoriamente ebrio, pues desde las 6:30 p. m. había comenzado a ingerir licor. Él decidió que era hora de parar la frenética fiesta y sin más preámbulos se despidió de sus amigos.
Sin embargo, prefirió no irse sólo y tomar un taxi en la calle, en compañía de un amigo suyo que vivía cerca a su lugar de destino. Roberto estaba lo suficientemente ebrio como para querer llegar a su casa y desplomarse en su cama, pero también estaba lo suficientemente cuerdo como para saber en qué lugar se debía bajar su compañero y cuál era la dirección de su residencia.
Luego de varios minutos y sobre la altura de la Primera de Mayo con Décima, Roberto deja a su amigo sano y salvo en casa. Tiene la convicción de que él también está a salvo, pues el taxista se ve amable y además siente que el hecho de haber tomado el vehículo junto a su compañero le garantiza que nada malo va a pasar. “Recuerdo que mi amigo se bajó del taxi y continuamos con la trayectoria, minutos después no tengo conciencia de nada, no recuerdo qué pasó conmigo, sólo sé que me desperté asustado, pues estaba amarrado a una camilla”.
Una manilla lo identificaba como un NN, Roberto intentaba repasar en su cabeza lo que había ocurrido aquella noche. No se imaginaba que luego del viernes habían transcurrido tres días y que los doctores desconocían su identidad. Su familia no tenía idea sobre su paradero y su novia estaba con un dolor punzante en el estómago, pues pensaba que lo peor estaba por venir.
Sin embargo, Roberto contó con suerte, en medio de todo, pues relata que “la dosis que me echaron era mínima, porque vieron que yo estaba demasiado borracho. Prácticamente me hubieran podido robar así no más”. Cortes es consciente de que pudo haber perdido la vida ese día y también tiene la certeza de que no ha sido el primero ni será el último que sufra este tipo de ataques.
Tal es el caso de Carlos Guzmán, quien también le contó a SoHo su experiencia traumática y aunque como él mismo lo dice, “la sacó barata”, pues no terminó hospitalizado ni en un anfiteatro reportado como NN. Era un sábado en la noche y luego de haberse tomado unos tragos en un bar de la popular cuadra picha perdió el conocimiento.
Relata que se estaba tomando unas cervezas solo en una discoteca y unos hombres, que ya había visto en otras ocasiones en este lugar, le ofrecieron un trago, “como ya los conocía, les recibí con confianza, luego de un par de sorbos me levanté para ir al baño, y después desperté en un CAI del barrio Carvajal.
Guzmán relata que en su memoria tiene unos vagos recuerdos de él caminando desorientado. Según le contaron los policías del CAI, lo encontraron en un parque tirado y sin sus documentos. Luego de ver que su salud estaba afectada lo llevaron a una clínica donde determinaron que había recibido escopolamina.
Tanto Guzmán como Cortés aseguran que pese a ser desconfiados, no fue suficiente, pues ambos fueron víctimas de esta modalidad. Aseguran que luego de haber sufrido estos ataques decidieron no salir por un buen tiempo y se volvieron mucho más desconfiados, ya no le reciben a nadie ni un vaso de agua y mucho menos cogen taxis en la calle.
Jenny Niño Rendón, especialista en Administración y Salud pública de la Universidad Nacional, nos explicó los efectos que tiene la escopolamina en el cuerpo y por qué es una droga que hace que las personas pierdan la voluntad. “La escopolamina es una sustancia natural que se obtiene de la semilla de borrachero. Esta sustancia actúa bloqueando los impulsos. Unas de las funciones que se ven afectadas son el aprendizaje y la memoria”.
La escopolamina puede tener efectos graves en cuanto a la frecuencia cardiaca. Esta sustancia es absorbida en el cuerpo de manera oral o teniendo contacto con ella, esto quiere decir que si se toca o se ingiere la victima comienza a tener efectos de manera inmediata. Las personas quedan en un estado de pasividad completa y esto ocasiona que sean vulnerables ante cualquier peligro.
“Perder la memoria de manera temporal es una de las principales consecuencias que provoca la escopolamina. Además, con este tipo de sustancias, que también tienen un uso clínico, se cometen actos fuera de la ley”, explica Niño. “Los efectos de esta droga, cuando se aplican para fines delictivitos, ocasionan suspensión de la producción de saliva, provoca sequedad en la boca y se presenta dificultad para hablar. Además quedan fotosensibles y sus pupilas quedan dilatadas”, agrega la especialista.
Sin embargo, uno de los efectos más nefastos es la muerte, como es el caso de Mejía quién salió un viernes a departir con amigos y apareció el domingo sin vida. Los primeras hipótesis de Medicina Legal apuntan a que murió por causa de una sobredosis de esta temida droga.