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Confesiones del tour manager del FEP

Por: SoHo

¿Cómo es ser ‘niñera’ de artistas? Carlos Galindo lidera la logística de los músicos que vienen al FEP y conoce como nadie los secretos de los famosos.

Hay artistas que pueden ser muy mala onda

Deadmau5 es uno de ellos. El año pasado llegó a Bogotá como a las cinco de la tarde, el mismo día de su presentación. Se fue derecho al hotel a dormir, luego al festival y luego al avión privado otra vez. En todo ese tiempo nadie por fuera de su equipo podía estar con él ni hablarle.

Hay que tener amigos en todo lado…

Contactos en migración, en hoteles y en aerolíneas. Los datos de choferes, chefs y hasta dealers de droga. Hay que hacer una producción seria y larga, perder la pena, solucionar los problemas en el acto y cumplir todas las necesidades de los artistas.

Cada artista tiene sus gustos peculiares

Hace dos años, Snoop Dogg, el mítico rapero gringo, trajo un equipo completo de seguridad y unos tipos que se encargaban de todo lo suyo. Casi no se dejó ver y mandaba una camioneta llena de guardaespaldas a que le compraran pollo asado, lo único que comió mientras estuvo en Bogotá. Y no, no nos pidió ni un solo gramo de marihuana… seguramente traía la suya. La seguridad de los artistas es vital

Mientras a algunos no les importa llegar al hotel por la puerta principal, hay otros que ponen problemas por todo. El año pasado, por ejemplo, The Weeknd nos puso a sufrir a todos cuando nos contó que su novia, Selena Gómez, venía a Colombia. Como el tema era megasecreto —ni siquiera los organizadores del festival sabían— y ella también es famosa, nos tocó doblar todo, ponerle un carro en el aeropuerto, estar pendientes de ella y mantenerle un perfil bajo. Nunca fue al festival, pero sí se quedó con él en el hotel y hasta estuvieron un par de días juntos en Bogotá.

Y otros con los que uno termina hasta de parcero

Kasabian, la banda inglesa de rock alternativo, se presentó en el festival en 2015 y el día antes de tocar estaban ensayando en un estudio de grabación. Cuando acabaron, Tom Meighan, el cantante, quería comer algo chatarra, así que lo acompañé a buscar chucherías al supermercado. El hombre compró gomitas, paquetes y todo lo que se le antojó. Nos pusimos a hablar y esa noche, junto con toda la banda y el equipo, fuimos a comer pizza y a tomar vino. Hablamos horas y horas de todo: la banda, música, comida, Colombia…

Dato: si le suena la cara de Carlos, es porque fue durante años el bajista de la banda bogotana Pornomotora.

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