Nuestro experto en licores, José Rafael Arango, se le midió este mes a probar el jugo de berraquillo. ¿A qué sabe una mezcla de borojó, miel, leche, huevo de codorniz y cangrejo vivo?
Nombre: Jugo de berraquillo
País de origen: Colombia
Zona: Bogotá
Crianza: N/A
Alcohol: N/A
Temperatura de servicio: 18° C
Puntuación: Dos copas
Componentes: Borojó, miel, cola granulada, leche, huevo de codorniz, ostras, Vitacerebrina, cangrejo vivo y leche condensada.
Nota de Cata
Color: rosado porcino muy granulado con una apariencia similar a la de un efluvio corporal después de una noche etílica (sin eufemismos: a vómito).
Nariz: sobresale la fruta para dar paso a una nota de farmacia y esparadrapo, con olores a panelita.
Boca: entrada dulce y afrutada, pero extremadamente espeso, con una consistencia y densidad de pegante de zapatero.
Final: corto, dulzón y guapachoso.
Conclusión: se dice que es un fuerte potenciador sexual. Nunca lo supe porque terminé en la clínica, y toxicología no ha dado sus resultados. Eso sí, tocará preguntarles a los erguidos y ávidos varones, con generosas proles, como nuestro alcalde mayor, quienes reclaman religiosamente su porción diaria.
Puntuación: dos copas
Fabricante: plaza de mercado de Paloquemao
Nota: cuando lo vi, renuncié en el acto a la revista, pero al probarlo, la sensación no fue tan desagradable como se esperaba. Digamos que quedé en tablas con SoHo.