Lo queramos o no el lugar donde nacimos nos define para toda la vida. En un ejercicio de catarsis seis plumas se van en contra de la ciudad donde llegaron al mundo haciendo uso de una rabia exquisita
Odio a Bogotá Por:Mauricio Silva Guzmán Antes que nada, no podría vivir en otra ciudad diferente a Bogotá, porque Bogotá es eso: la única ciudad del país. CONTINUA>>
Odio a Cali Por:Álvaro Bejarano Los odios y las repugnancias nunca son gratuitos y muchísimo menos para los caleños que, por influencia del magnífico cronista finesecular Alfonso Bonilla Aragón (Bonar), arrastramos una enfermiza fijación edípica respecto a Cali de donde derivan todos nuestros fastidios. CONTINUA>>
Odio a Manizales Por:Jaime Andrés Monsalve Manizales, la Perla del Ruiz, la Ciudad de las ferias en América y, desde hace muy poco, hágame el favor, dizque la Ciudad del Afecto, está erigida a 2.150 metros sobre el nivel del mar, dicen. CONTINUA>>
Odio a Lorica Por:David Sánchez Juliao La Lorica de mis obras -valga aclararlo- poco o nada tiene que ver con aquel mágico rincón en donde un día a las cuatro de la tarde me fue cortado el cordón umbilical. CONTINUA>>
Odio a Cartagena Por:Efraim Medina La última vez que Felipe vio a Cartagena fue en 1984; ese año se fue a estudiar a París y luego consiguió trabajo, se casó con una francesa, tuvo tres hijos y ahora su mayor sueño es traer a su flamante familia y quedarse a vivir para siempre en su añorado corralito de piedra. CONTINUA>>