Testimonios

Qué se siente ser libretista de Los Simpson

Por: Por Brendan Hay

La manera como me inspiro es una forma de reacción, suelo usar cosas que me enfurecen y busco volverlas chistosas. A esta ecuación añado una técnica que me enseñó un profesor de la universidad: pienso en lo que más me avergüenza y lo convierto en una historia.

Una noche de tragos, un amigo de un amigo me planteó la idea de pasar una propuesta de guión para un episodio de Los Simpson. Ese tipo de propuestas por lo general se quedan en los bares, pero esta vez pasaron dos meses y el contacto que él tenía con el programa de televisión dio resultado. Así que atravesé el país, llegué a una oficina donde había unas siete personas y empecé a exponer mis ideas. (Qué se siente jugar fútbol en La Paz)

La reunión se extendió, y cuando me di cuenta ya era la hora del almuerzo. Había sido inverosímil; en menos de lo esperado estábamos construyendo una de las propuestas que yo les había planteado. Los escritores que me rodeaban opinaban y se ingeniaban escenas que se podían incluir a mi idea de guión.

Desde que estudié Escritura Dramática en NYU le decía a la gente que me encantaría escribir para algo como Los Simpson, pero nunca pensé que sería así. Estuve cuatro días con el equipo de escritores haciendo un bosquejo detallado de cómo sería el episodio. Todos dimos ideas y eventualmente me fui con un plan de trabajo de vuelta a Nueva York.

Escribí un primer texto de 90 páginas, que tenía que recortar a 40 o 45, así que convoqué a algunos amigos para que me ayudaran a lo largo del proceso de escritura: les leía para ver qué chistes tenían las mejores reacciones, y así lo acorté. Mandé esa primera idea y al poco tiempo recibí una llamada de Al Jean y Matt Selman con las correcciones que añadí a mi segunda versión del guión. (Qué se siente una caída libre desde monserrate)

Los Simpson es un programa sui géneris porque el desarrollo de cada episodio no debe empezar con una explicación de por qué las cosas son diferentes o por qué al final cualquiera de los personajes termina en algo que no tiene nada que ver con lo que usualmente es. Los espectadores tienen claro el statu quo y por esto la escritura del guión se puede dar muchos lujos.

Vale la pena anotar que en los programas de animación suele haber un libro con el perfil de cada uno de los personajes, pero Los Simpson ha estado al aire por tanto tiempo que no necesita este recurso. Mientras imaginaba cómo actuaría cada uno de los personajes en las escenas descubrí algo inesperado: disfrutaba escribir sobre Lisa más que el resto de los personajes. Homero y Moe también eran divertidos, pero Bart me pareció el más difícil de descifrar.

El escenario que había planteado para mi episodio estaba inspirado en las milicias que se formaban en contra de los inmigrantes en las fronteras de Estados Unidos y México. Era un problema del momento y de alguna manera había una preocupación en cuanto a la vigencia del tema. Sin embargo, este no iba a ser muy literal (ese es uno de los secretos de la buena parodia), la frontera la pondríamos en Minnesota, donde hay muchos inmigrantes noruegos y la disputa iba a ser entre dos pueblos vecinos. La manera como me inspiro es una forma de reacción, suelo usar cosas que me enfurecen y busco volverlas chistosas. A esta ecuación añado una técnica que me enseñó un profesor de la universidad: pienso en lo que más me avergüenza y lo convierto en una historia. Él decía que lo más probable es que la mayoría de la gente sienta lo mismo que uno y por eso es exitosa. (Qué se siente perder el control de un avión)

Con el guión aprobado viajé otra vez a Los Ángeles para asistir a la lectura del texto con las voces de los actores. Era en la sala de juntas y ellos estaban en la mesa de la mitad, alrededor había 14 personas entre las cuales estaban escritores y ejecutivos de Fox. Ver a los actores recrear más de una voz y ver que son mujeres las que hacen la voz de Bart o de Milhouse fue fascinante. Esta es la parte más increíble del proceso. Se aprobó esa lectura y por eso los actores se fueron para el estudio de grabación y registraron las voces.

Los diseñadores hicieron los storyboards y los animatics (una versión más sencilla de la animación final), y una vez fueron aprobados se enviaron a Corea del Sur para la animación final. El episodio salió en mayo de 2009, dos años y medio después de la propuesta inicial. Se demoró porque durante ese tiempo fue la huelga de los guionistas y hubo otro asunto con los actores de voz. Unos meses antes de que se estrenara, recibí la noticia que Welcome to Homerica, el nombre del episodio que escribí, sería el último de la vigésima temporada. Mi esposa y yo celebramos con unos amigos en casa su lanzamiento. (Qué se siente sufrir 4 derrames cerebrales)

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