Yo tengo sexo para salvar el planeta

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Yo tengo sexo para salvar el planeta

Por: Leona Johansson

Si hubiera que buscar una frase para definirnos, yo diría que somos una tribu del siglo XXI en la que prima el tributo a la naturaleza a través del amor y, sobre todo, del sexo: una facultad humana cargada de poder pero mal empleada.

Nuestro pensamiento: ¿por qué salvar la naturaleza de forma aburrida, cuando se puede hacer de manera excitante?

En una traducción no tan sonora, el nombre de nuestra página de internet, www.fuckforforest.com, significa algo así como "tirar a favor del bosque". Si hubiera que buscar una frase para definirnos, yo diría que somos una tribu del siglo XXI en la que prima el tributo a la naturaleza a través del amor y, sobre todo, del sexo, una facultad humana cargada de poder pero mal empleada. Nuestro pensamiento: ¿por qué salvar la naturaleza de forma aburrida, cuando se puede hacer de manera excitante?

Fuck For Forest, o simplemente FFF, es la primera y única página "ecoporno" del mundo. En la actualidad contamos con cerca de mil afiliados (eco-amantes, sexy-activistas, como quieran llamarlos) que pagan mensualmente una membresía de 15 euros para ver fotos y videos de sexo protagonizados por nosotros. De ese monto, 12 euros son empleados para financiar causas ecológicas. En este momento, en Ecuador apoyamos los proyectos de reforestación de la tribu Shuar, y en Costa Rica compramos nuestros propios terrenos para convertirlos en áreas protegidas. En el último año logramos recolectar alrededor de 120.000 euros para apoyar estas causas. Ahora los planes son apoyar proyectos en Brasil, Australia, Perú y Eslovaquia.

Y todo lo hemos financiado con fotos del equipo de la página y amigos haciendo el amor en escenarios naturales, en nuestro bus o en un lugar confiable, siempre en forma real e impulsiva. Gracias al reconocimiento con el que ya contamos, no es difícil que gente que conocemos en el metro, en la calle y en fiestas se unan esporádicamente a la causa haciendo su propio registro fotográfico y donándolo, para que lo publiquemos. En nuestra página hay fotos de desnudos y de mucha acción entre chicos y chicas, chicos y chicos, chicas y chicas... En otras oportunidades, espontáneos deciden hacerlo con nosotros en cualquier lugar. Dado que nuestro proyecto se basa en la ayuda voluntaria, esta contribución tan generosa ha sido primordial. La gente que hace sus propios videos y fotos eróticas y los envían para contribuir, recibe gratis una membresía especial. Mi compañero en este viaje de activismo ecológico desde 2004 es Tommy Hol Ellingsen, de 31 años. Yo tengo 25 y, al igual que Tommy, soy noruega. Iniciamos nuestro proyecto alternativo luego de que el gobierno nos apoyara mediante un aporte económico. La página se inició con fotos y videos de nosotros, tirando en escenarios naturales o realizando performances eróticas que evocaban a la Madre Naturaleza.

Aunque buscamos la forma de que otros eco-amantes se decidieran a participar, al principio eso no fue suficiente para recoger fondos. En medio de nuestra persistencia, decidimos hacer una pequeña intervención en el concierto del grupo de rock Cumshots, en un festival de verano. Ante unos 4000 espectadores, Tommy tomó el micrófono y le preguntó al público qué tan dispuesto estaba a hacer algo por la naturaleza. En medio de la euforia, mientras la banda tocaba, terminamos tirando en el escenario. Más que una "provocación barata", buscábamos cuestionar a la gente.

Debido a eso fuimos llevados ante la corte y, en una de las audiencias, a Tommy se le cayeron "accidentalmente" los pantalones frente a los medios, dejando al descubierto toda su naturaleza. El fallo: una multa de 20.000 coronas noruegas (unos 2200 euros) o 20 días de cárcel. El grupo de rock terminó pagando la fianza para bajarle la temperatura al asunto. Lo bueno fue que las imágenes le dieron la vuelta al mundo y empezamos a recibir reconocimiento como proyecto ecológico.

Cuando empezamos a capturar la atención, los proyectos de reforestación de Noruega y la oficina de WWF en Holanda se rehusaron a recibir el dinero de FFF. Hoy vivimos en Berlín, una ciudad liberal, aunque en un futuro no muy lejano nos vemos tal vez en Brasil, sembrando árboles y continuando con el proyecto. Amamos el sexo. Sabemos que todo el mundo trata de hacer algo útil con las herramientas o con los dones con que cuentan y, en nuestro caso, ese don es el cuerpo, la liberación de la naturaleza, el sexo y la desnudez.

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