Hice mi primera comunión hace unos 55 años. Mis papás no tenían recursos suficientes, y tuvimos que pedirle a mi primo Rafael Vicencio que nos prestara un atuendo elegante, que por fortuna me sirvió.
El corbatín era de un vecino del barrio Posada Cuéllar, de Ibagué. La foto me la tomaron en el Colegio Tolimense, antes de ir a la catedral de la ciudad, donde me esperaba el padre Bernal para que comulgara por primera vez. Cuando terminamos la ceremonia, nos fuimos para mi casa y celebramos modestamente con algunos familiares y amigos. Nos sentamos todos en el patio, jugamos con tapas de gaseosa y compartimos la torta que hizo mi abuelita Fulgencia, que estaba muy orgullosa.