Del director

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De la manera más auténtica y sincera, esta revista aclara que su intención nunca fue herir la susceptibilidad de los creyentes con el tema central de nuestra edición anterior (No. 64), La pasión de Alejandra Azcárate.
Ofrecemos excusas a quienes hayamos podido ofender.
Pero no nos retractamos. Porque para la revista, las fotos y el artículo son, aun después del escándalo, lo que fueron desde un principio: una libre expresión artística, una narración estética que nunca quiso ser ofensiva. Y de una propuesta como la que publicamos, y a la que admiramos por su creatividad y belleza, es imposible retractarse.
Como un ejercicio pedagógico, en la instancia de conciliación que tuvo lugar a raíz de una demanda puesta por el abogado Sergio Reyes, se nos ocurrió invitarlo a que escribiera libremente, en dos páginas, lo que no le había gustado de la revista.
Nos parecía justo que el señor Reyes representara a todos los católicos que pudieron haberse molestado e hiciera uso de la misma libertad de expresión a la que nosotros acudimos para publicar el tema que tanto lo ofendió.
Creyentes absolutos de la libertad de expresión, nos pareció aun más interesante ampliar el espectro de las críticas a la revista. No son dos, sino varias páginas de diferentes invitados que nos expresan lo que no les gusta de la revista.
Lo hacemos por una razón elemental: creemos que una sociedad decente se consigue ampliando el derecho de expresión. No recortándolo. Y soñamos con una sociedad decente, en la que todos podamos expresarnos para decir lo que queramos cuando estamos de acuerdo con algo pero, sobre todo, para poderlo decir cuando no estamos de acuerdo. De eso se trata. O, por lo menos, en SoHo creemos eso.

Daniel Samper Ospina
Director
Revista SoHo