Este es uno de los tipos de cáncer más comunes en los hombres junto con el de próstata. Conozca aquí cuáles son los síntomas y factores de riesgo.
Al hablar de salud masculina no se pueden pasar por alto este tipo de enfermedades que afectan a gran parte del género, pues entre los tipos de cánceres más comunes que pueden enfrentar los hombres en algún momento de su vida está el testicular y de próstata, mismos que pueden causar problemas delicados de fertilidad que generan dificultades a la hora de querer tener hijos biológicos.
Para nadie es un secreto que los tratamientos contra el cáncer como la cirugía, la quimioterapia y la radiación, suelen generar gran impacto en los pacientes no solo en su estado de salud normal, sino también en otros aspectos como, en este caso, la disminución del conteo de espermatozoides o el daño que puede provocar a los nervios necesarios para la erección y la eyaculación.
A raíz de esto, la pregunta que muchos hombres se hacen es si después de este proceso no pueden volver a soñar con tener hijos y, aunque hay muchos mitos al respecto, la verdad es que sí se pueden superar los obstáculos.
No obstante, antes de mencionar cómo dejar atrás esta etapa, es necesario tener claro que en el caso del cáncer de testículo, hace referencia a una patología que principalmente afecta a hombres jóvenes en edad fértil. Sin embargo, son tumores curables en la mayoría de los casos y existe una alta tasa de supervivencia, según el medio especializado Reproducción Asistida ORG.
Para que esta condición no pase a niveles complejos, los expertos recomiendan la autopalpación temprana de los testículos, precisamente para detectar cualquier anomalía como un bulto. En caso de confirmarse esta enfermedad, el consejo es congelar el semen antes del tratamiento para combatirla con la intención de preservar su fertilidad.
Como se mencionó anteriormente, en primer lugar se debe realizar una autopalpación testicular temprana, es decir, desde la edad escolar, para detectar cualquier anomalía en esta zona. Además, otros síntomas son inflamación, cambio de tamaño, forma, textura del testículo, sensación de pesadez en el escroto, dolor en la parte baja del abdomen, espalda o ingles, acumulación de líquido en el escroto y aumento de tamaño o sensibilidad de las mamas.
El tratamiento depende del tipo de tumor que se encuentre, sin embargo, entre los más importante está la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia.
Respecto a sus efectos sobre la fertibilidad se sabe que no causa problemas de esterilidad masculina, pero los tratamientos sí influyen en la dificultad de tener hijos después de curarse. Por eso, dependiendo del tratamiento que se practique, los especialistas determinan cuáles son las sugerencias para reducir la probabilidad de sufrir esta complicación.