La familia asegura que compró el chorizo en una carnicería local y que entablarán la demanda respectiva
Un almuerzo familiar puede estar lleno de sorpresas y simpáticas anécdotas, si embargo lo que esta familia argentina no pensó encontrar fue una bala precisamente en uno de los pedazos de chorizo que estaban disfrutando a la hora del almuerzo.
El padre de familia dijo a un medio local que afortunadamente se percataron de la presencia de la bala antes de haber ingerido el pedazo de chorizo que la contenía. Pues la verdad, es que en medio de un asado en familia, nadie se esperaba tener ese tipo de sorpresas.
La suerte estaba de su lado definitivamente. En primer lugar, para fortuna del padre, no alcanzó a morder el proyectil, de lo contrario se hubiera podido partir una muela y en segundo lugar, él estaba compartiendo el mencionado chorizo con su hijo de manera que se salvó de poner en peligro su vida.
En un principio, el sujeto creyó que se trataba de algún material que quedó del paso del alimento por una procesadora. Sin embargo, la sorpresa fue incalculable cuando se dio cuenta de que se trataba de una bala.
“Yo al cortar el chorizo vi ese pedazo de bronce con plomo y dije, ‘bueno, capaz era algo de la picadora, de la trituradora’, pero cuando lo miré detalladamente no, era un proyectil, así que, bueno, nada. No sé cómo será el proceso de elaboración, pero, bueno, hay que tomar cartas en el asunto”, señaló el sujeto.
La familia afectada una vez se percató del accidente, de inmediato colocó la respectiva denuncia ante el Departamento de Bromatología con la factura de la compra, el chorizo y la bala, como pruebas
La idea es que las autoridades investiguen a fondo el tipo de proceso que se lleva a cabo para procesar las carnes en ese establecimiento y tomen las medidas respectivas para que este tipo de accidentes no se vuelvan a presentar.
“Nos tomaron los datos así que esperemos que se pueda solucionar este tema para que no le pase a nadie más. Por suerte que uno está siempre ahí atento, me tocó a mí que mastiqué y no lo tragué. Casi me parto una muela también”, señaló el afectado.
Al parecer está de moda que las personas encuentren objetos extraños en sus comidas, pues no hace mucho, un hombre dio a conocer su caso cuando al comprar unos limones se dio cuenta que estaban rellenos de icopor.
En un video que se hizo viral, Manuel Moreno mostró la sorpresa que se encontró cuando al ir a consumir los cítricos que había comprado en un carrito ambulante, se dio cuenta de que su relleno no era exactamente la pulpa del limón, sino que estaban llenos de plástico espumado.
Aunque para unos fue un montaje y todavía ponen en duda la veracidad del video. Lo que sí hay que tener en cuenta es la confiabilidad de los sitios en los cuales se compran los alimentos, para evitar que le salgan estos detalles poco agradables y que pueden poner en riesgo la salud de las personas.