La tragedia del sumergible Titán ha acaparado los medios del mundo.
La búsqueda del Titán terminó. El sumergible que llevaba a cinco paseros a una expedición al Titanic fue víctima de un fatal desenlace, ya que habría sufrido una implosión catastrófica durante su viaje y esto habría causado la muerte de todos.
El domingo 18 de junio se conoció que el sumergible se había perdido en las profundidades del océano en su misión de visitar los restos del Titanic. Al instante, empezó una búsqueda contrarreloj, pues los tripulantes solamente tenían 96 horas de oxígeno en el Titán.
La esperanza era lo que mantenía a todos buscando el sumergible en el las oscuras y solitarias aguas del Atlántico. La idea de ver el famoso barco fue el motivante principal para que Hamish Harding, presidente de la compañía Action Aviation; Shahzada Dawood, y su hijo Suleman; el buceador francés Paul-Henri Nargeolet y Stockton Rush, director general de OceanGate Expeditions, se aventuraran en esta misión.
Aunque no era la primera que se realizaba, los riesgos eran grandes, pues se dice que el vehículo no contaba con los requisitos para realizar la misión y esta información la sabían los tripulantes. El Daily Mail: “el buque experimental no fue aprobado ni certificado por ningún organismo regulador y podría provocar lesiones físicas, traumas emocionales o la muerte”.
Los viajeros sabían que era un viaje de riesgos, pero seguramente no imaginaron lo que pasaría a las pocas horas de haberse sumergido. Los restos del Titán quedaron cerca del barco más famoso del mundo que descansa en lecho marino desde el 15 de abril de 1912.
Este no era el primer viaje que realizaba el sumergible. En 2022, el creador de contenido Alan Estrada, conocido como ‘Alan por el mundo’, se aventuró en esta misión. Tras la desaparición del vehículo el pasado domingo, el también actor dio una entrevista de lo que fue su experiencia.
Estrada participó en el programa Ventaneando, en el que dio una entrevista en la que explicó cómo funciona el viaje y los riesgos que este tiene. Entre sus declaraciones habló del famoso contrato que firman las personas que se arriesgan a vivir esta inmersión al barco.
“No es un crucero, no es un viaje de turismo, es una cápsula. Una aventura en donde sí, se arriesga la vida, pasan cosas… puedes atorarte con algo en el fondo marino y que nadie te pueda recuperar”, explicó el famoso mexicano.
Respecto al vehículo, Alan dijo que “el sumergible no puede abrirse por dentro, solamente puede abrirse por fuera. Básicamente estás encerrado adentro en una especie de vacío. (...) La verdad es que no hay mucho que puedas hacer”. Con esto, Estrada aseguró que la única forma de haber salvado a los tripulantes era que fueran encontrados, pues ellos no podían haber salido.
“Me consta que en cuestiones de seguridad son muy cuidadosos. Sin embargo, es un sumergible experimental y los riesgos existen. Todos lo sabíamos. Conmigo fueron groseros en temas de material audiovisual”, explicó el creador de contenido.
Algo que llamó la atención en su relato fue la existencia de unas jeringas. Si alguien tiene un ataque de pánico, claustrofobia o algo parecido estas se le aplican. “Hay unas jeringas por si alguien se pone loco (...) Pones en riesgo a los demás”, recordó.
Antes de conocerse la noticia de la implosión catastrófica del Titán, Alan había dicho que había esperanza de que los encontraran. “Al parecer está perdido en la superficie lo cual señala esperanza, pues si los encuentran hay muchas posibilidades de rescate. No se puede salir desde dentro, deben abrirte y es compleja esa operación. Ojalá los encuentren”.