Ray Cabrera, el vendedor de Severo Sinvergüenza que se hizo viral. | Foto: Tomada de redes sociales - A.P.I.

Opinión

Opinión: el absurdo operativo policial contra una wafflería erótica

Por: SoHo.co

Fracasarán los que intentan ponerles restricciones a “Severo Sinvergüenza porque aumentarán la publicidad y curiosidad sobre el lugar. La que debería estar haciendo algo no es la secretaría de Seguridad, sino la de Educación, para enseñar lo que hay detrás de los restaurantes eróticos.

Por: Ricardo González Duque

En Cali se denunciaron un poco más de 24 mil hurtos a personas en 2022 y en lo que va del año han matado a 150 personas, pero la Secretaría de Seguridad y por esa misma vía, la Policía, prefieren dedicar personal, tiempo y esfuerzo en hacer un operativo contra una wafflería erótica.

Desde el fin de semana se empezaron a conocer videos de lo que ocurre en “Severo Sinvergüenza”, el elocuente nombre del local ubicado en el Parque del Perro en Cali. En las imágenes, además de los waffles con formas de penes y vaginas, se puede ver a varios empleados del lugar realizando movimiento sensuales a los clientes y rociando a algunas de las mujeres que van al sitio con leche condensada, que simula ser semen. Incluso, aparece uno de los empleados lamiendo el seno de una de las supuestas clientes.

El hecho que puso los reflectores de todo el país en la wafflería y se tradujo en filas para visitarla, reactivó a la tropa conservadora que hay en Colombia: la misma que tumbó el congreso porno en Cartagena, la feria Expoerótica en Manizales y que hizo un escándalo por un video triple X grabado en el estadio Pascual Guerrero vacío, justamente en Cali.

Aunque no había evidencia de que menores de edad estuvieran en el sitio cuando se presentaban los ‘shows’, la primera que alzó la voz con la rentable narrativa de “alguien quiere pensar en los niños” fue la gobernadora del Valle Clara Luz Roldán: “Mi rechazo total a que se exponga a menores de edad a contenidos sexuales en redes sociales y se promueva a Cali con lugares como “Severo sinvergüenza”. También a que se use el cuerpo de las mujeres para vender. Urgente autoridades distritales y nacionales intervengan”, escribió en su cuenta de Twitter.

Lo cierto es que en “Severo Sinvergüenza” ni se veían niños ni es cierto que se esté “usando” el cuerpo de mujeres para vender. Aquellas que aparecen en los videos no se ven precisamente inconformes ni obligadas a estar allí y por el contrario, se ven felices de estar junto a los empleados, especialmente con el modelo venezolano Ray Cabrera, quien luce en las fotos lanzando la leche condensada.

La “obscenidad” que ven muchos en algo tan natural como el sexo también la compartió el secretario de Seguridad de la ciudad, Jimmy Dranguet, que claramente tiene problemas mucho más grandes en la violente Sultana del Valle, pero prefirió concentrarse en la wafflería erótica: “Hemos visto los videos y son bochornosos, no es la Cali que queremos representar. Si el establecimiento no cumple la normativa correspondiente, será sancionado, este tipo de actividades con actos obscenos no se pueden realizar”, declaró el funcionario horas antes del absurdo operativo policial que ocurrió en la noche del lunes.

Después de tomarse el local como si fuera un epicentro del delito, las autoridades tomaron varias medidas: se deberá prohibir expresamente el ingreso de menores de edad, tendrán que polarizar los vidrios del sitio para que no se vea lo que ocurre adentro, no podrá haber golpes o cachetadas entre los asistentes -que simulaban ‘porno duro’-. La idea, dicen las autoridades es “prohibir el exhibicionismo”.

La agenda goda que se intenta imponer y que seguramente celebrará las restricciones que le pongan a “Severo Sinvergüenza”, resultará tan inútil como intentar tapar el sol con un dedo, no solo por la publicidad a la wafflería y la curiosidad que aumentará en toda la población -y claro, muchísimo más entre menores de edad- sino porque a todo aquel al que le prohíban ir al local, buscará formas clandestinas de acercarse a esas escenas “subidas de tono” como las describen algunos pacatos.

Si algo quieren hacer bien en Cali por estos días, no debería venir de la Secretaría de Seguridad, sino de la de Educación, que debería contar que existen pastelerías eróticas en todo el mundo, que esa práctica repostera es un arte y que existen quienes disfrutan del “sexo duro” como intentan simularlo en “Severo Sinvergüenza”, aunque muchos de esos comportamientos hacen parte de la ficción que nos han inventado en el mundo porno. Contar es siempre mejor que ocultar.

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