En la madrugada de este martes se presentó un grave accidente en el que decenas de personas murieron y periodista no pudo aguantar la tristeza.
La situación de los reclusos en las cárceles de Colombia es complica por la falta de garantías con las que deben vivir los presos y a eso se suman las problemáticas que afrontan constantemente por los motines.
En las últimas horas, la agenda nacional ha estado enfocada en un nuevo incidente ocurrido en la cárcel de Tuluá donde a la 1 de la mañana se desató un grave incendio que consumió una buena parte del pabellón 8 de la prisión en donde habían 180 internos de los cuales varios fallecieron.
El hecho ocurrió como consecuencia de un intentó de fuga durante el cambio de guardia y para evitar que los vigilantes del Inpec controlaran la situación, algunos presos le prendieron fuego a los colchones y todo fue cayendo a su paso.
Hasta el momento son 51 muertos los que deja el trágico suceso, por el que el presidente se pronunció.
“Lamentamos los hechos ocurridos en la cárcel de Tuluá, Valle del Cauca. Estoy en contacto con el director del Inpec, general Tito Castellanos y he dado instrucciones para adelantar investigaciones que permitan esclarecer esta terrible situación. Mi solidaridad con las familias de las víctimas”, expresó el mandatario.
Mientras las autoridades hacían labores de control en el centro penitenciario, sacando a las víctimas mortales y rescatando a los más de 30 heridos, varios medios y periodistas se dirigieron al lugar de los hechos para reportar lo que estaba pasando.
Uno de los medios que estaba haciendo el cubrimiento en el lugar fue Noticias Caracol, quienes enviaron a una de sus periodistas para hablar con las autoridades y reportar el avance de la situación. Durante el reporte que estaba haciendo, tuvo que afrontar un difícil momento mientras las familias esperaban noticias.
Luego de que las llamas consumieran gran parte del pabellón, el equipo de rescate empezó a identificar a los heridos y a los muertos, por lo que salieron para informar a las familias sobre el estado de los reclusos.
La periodista que estaba narrando las imágenes y explicando lo sucedido, no pudo evitar sensibilizarse frente al llanto de los allegados a las víctimas.
Durante su informe, varias mujeres, madres, esposas, hijas, hermanas de los presos, que tenían la esperanza de que sus familiares estuvieron con vida, rompen en llanto ante la incertidumbre o la muerte confirmada de algunos, por lo que la periodista se ve afectada y la voz se le empieza a cortar por el nudo en la garganta antes de terminar su cubrimiento.