Eduardo Arias

Columna

Arsenal de palabras, hoy #DíaDelIdioma

Por: Eduardo Arias

Viernestar: Estado de la persona humana en el que se le hace sensible el buen funcionamiento de su actividad somática y psíquica porque acaba de caer en la cuenta de que… ¡es viernes!

Aciática. Neuralgia del nervio ciático que afecta a aquellos que nacieron en Asia.

Caspitolio. Edificio que sirve de sede al poder legislativo, integrado en su gran mayoría por senadores y representantes que son una caspa.

Casuela de mariscos. Guisado que se elabora con legumbres y frutos de mar más duros que la suela de un zapato.

Colchoneta. Ciudadana colombiana que no es recta sino más bien chueca, torcida, choneta.

Cumbia sienaguera. Expresión musical que se caracteriza por su ritmo alegre y festivo. Es originario de la provincia de Siena, Toscana, Italia.

Cuneinforme. 1) Informe escrito con el alfabeto cuneiforme. 2) Objeto de forma imprecisa o vaga manufacturado por los sumerios.

Dialhogar. Acto de conversar, discutir o debatir que se lleva a cabo en familia.

Dinosaudios. Sonidos prehistóricos muy antiguos, que pueden llegar a tener entre 65 y 225 millones de años de antigüedad.

Esterichia coliwood. Enterobacteria que se encuentra generalmente en los intestinos animales y, por ende, en las aguas negras de Hollywood, North Hollywood, Glendale, Burbank y otras localidades del área metropolitana de El Pueblo de Nuestra Señora la Reina de Los Ángeles del Río de Porciúncula.

Humijazz. Lo que tú haces para pordebajear y postrar a alguien cuando lo haces con mucho swing.

Indetendencia. Propensión o inclinación en los hombres o en las cosas hacia las ansias de libertad y autodeterminación.

Locordura. Estado de la mente a mitad de camino entre la locura y la sensatez.

Ordenario. Moneda romana de plata, equivalente a diez ases o cuatro sestercios pero de mala calidad.

Pink Froyd. Grupo de música del género llamado progresivo, que explora a fondo las diversas neurosis, depresiones, berrinches y pataletas de Roger Waters, exlíder de Pink Floyd.

Reflexión. Acción y efecto de doblar el cuerpo o algún miembro del mismo y hacerlo por duplicado.

Velleza. Propiedad de los pelos que salen más cortos y suaves que los de la cabeza y la barba en algunos lugares de cuerpo y que nos hacen amarlos, infundiendo en nosotros deleite espiritual.

Viernestar. Estado de la persona humana en el que se le hace sensible el buen funcionamiento de su actividad somática y psíquica porque acaba de caer en la cuenta de que… ¡es viernes!

HERÁLDICA Y PERSONAJES ILUSTRES:

Gaviria

En agosto de 1990, cuando la pereirocracia asumió el poder en Colombia, el apellido Gaviria escaló las más altas cumbres de la aristocracia criolla, hasta el punto que varios miembros de ese linaje cis-otúnico (del latín de este lado del río Otún) han adquirido gran renombre, como es el caso de Simón, el legislador que estampa su rúbrica en documentos que aún no ha leído. De los mismos creadores de “Bienvenidos al futuro” llega ahora Nicolás Gaviria, quien, alicorado, increpó a unos agentes del orden por no haberlo reconocido y aprovechó esa circunstancia para autoproclamarse sobrino del exsecretario de la OEA. A juzgar por el comportamiento de este impostor que se pretende de rancia estirpe duoquebradense, en su ADN están presentes, en partes iguales, cromosomas del zar Nicolás (pero Maduro) y de Gaviria (pero José Obdulio).


PALABRA DETESTABLE DEL MES:

Influenciador

Como suele ocurrir con tantas palabrejas que han invadido los ecosistemas del habla vernácula con la agresividad combinada del pez león, el retamo espinoso y el pasto kikuyo, la palabra influenciador no aparece en el diccionario. Y como también suele ocurrir con esas palabras inventadas por gurús de la autoayuda, capacitadores y recreacionistas, influenciador llegó para quedarse. Según el caso podrían utilizarse palabras como guía, maestro, si se quiere profeta. Pero qué importa que el castellano cuente con términos apropiados para denominar a la persona que ejerce una determinada influencia sobre otras. En estos tiempos en que imperan el lenguaje corporativo, incluyente y políticamente correcto, decir influenciador es de lo más cool, ¿o no?

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