SoHo le cuenta por qué debe animarse a salir con una mujer mucho más joven que usted. Le adelantamos que puede ser un poco más libre, gastar menos dinero y hasta mejorar su autoestima.
Tener una aventura con una mujer mucho menor que usted puede traerle cosas muy buenas. En SoHo hablamos con varios hombres para conocer las ventajas y desventajas. Estas fueron las conclusiones.
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Las mujeres muy jóvenes son fáciles de impresionar porque no han vivido mucho. Ellos hablan de temas sexuales y de planes para hacer.
Salir con una veinteañera aumenta su ego de macho. Lo recomendable es no comerse el cuento del "macho" porque después puede sufrir.
Al no ser muy experimentadas sexualmente se dejan llevar y están dispuestas a probar cosas nuevas. No tiene mucho que perder. Los dos pueden aprender mucho de su cuerpo y técnicas para gozar más en la cama.
Es mucho más barato salir con una lolita. Usted puede hacer planes sin pretensiones. Nada de restaurantes caros ni cosas parecidas. Puede volver a planes de su juventud como el helado y la comida rápida.
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No tiene que trabajarles tanto. Son fáciles de convencer. Alguno se atrevió a decir: “se dejan endulzar más fácil”.
Usted puede convertirse en alguien muy especial por ser mayor. Es una especie de referente para su vida. Esto será bueno para su ego.
Las mujeres jóvenes son más guerreras. Se le miden a planes como acampar y tomar cerveza en tienda con amigos. Con el paso de los años se vuelven más exigentes.
En la mayoría de los casos se invierte poco dinero. Ellas van a lo que van. O sea al polvo.
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No hay compromiso alguno y se puede ser más libre.
Siempre encontrará buen sexo. Y cuando se trata de solo sexo, ellas no exigen mucha atención.
Desventajas
No todo es bueno en la vida. Estas aventuras pueden traerle algunas complicaciones.
Es muy probable que se encuentre con mujeres inmaduras.
Su nivel de intensidad puede ser alto.
Lo mejor es que desde el inicio deje las cosas claras y evite que lo aburran a punta de cantaleta.
Muchas mujeres jóvenes son muy inseguras y esto puede dañar la magia de la relación.
En casos extremos usted tendrá que pedir permiso a los papás
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