Es desagradable hasta en el nombre popular que le han puesto. Este hedor característico puede ser un compañero frecuente que se podrá quitar de encima con unos sencillos trucos.
El mal olor en las axilas es un problema que padece el ser humano y es algo natural. Sin embargo, es una situación que pueden padecer más los hombres que las mujeres y que, en ciertas situaciones, puede causar gran incomodidad en el entorno y generar rechazo por parte del entorno en el que está.
Puede que a usted le haya pasado o no. Si la respuesta es la segunda, la verdad considérese afortunado, porque hay hombres que han tenido experiencias bastante malucas por cuenta de la también llamada ‘chucha’, ese olor que aparece y que puede parecerse a la cebolla, el vinagre o el queso.
Y sí, el que usted no sufra de esto es algo que muchos desearían. Solo póngase en el papel de alguien que tiene una primera cita o una entrevista de trabajo y, ya sea por los nervios o porque le tocó correr para no llegar tarde, sudó tanto que hasta se le nota en la camisa, la cara, las manos y le llegó al sobaco. Ahí es cuando empieza la ‘rezadera’ para que el mal olor no llegué.
Sin embargo, puede que ya no haya marcha atrás y usted empiece a notar que empieza a aparecer la bromhidrosis, que es el nombre menos coloquial con el que se le conoce al mal olor por la descomposición de las glándulas sudoríparas. No es para menos, después de sudar, es normal que los malos olores aparezcan en un intento del cuerpo por regular la temperatura y aunque hay un tipo de sudor inodoro (ecrino), hay otro, el de nuestra pesadilla, que es el que produce esas glándulas que generan ese hedor insoportable (apocrinas).
A estas últimas glándulas sudoríparas son a las que se les puede echar la culpa de la ‘chucha’, que es un colombianismo que nos dio por relacionar con el mal olor por el que despiden las zarigüeyas, popularmente conocidas con ese nombre. Este mal acompañante que para muchos se vuelve permanente, se encuentra desde los 15 y 17 años en las axilas, así como en genitales y pecho.
Ahora bien, el mal olor de su sobaco que, además de ‘chucha’, se conoce como ‘golpe de ala’, ya sabrá por qué, tiene su principal razón en la acción de esas bacterias habituales que están presentes en la piel sobre ese chorro de sudor que usted produce y que llevan a genera ese hedor.
Volviendo a la cita o a esa entrevista de trabajo que usted había esperado por tanto tiempo, ese ‘olorcito’ es un factor que podría arruinarlo todo y, al final, llevarlo a pensar, “pero ¿esto qué tiene de malo?” Y la verdad es que mucho. Así que no descuide esa parte de su cuerpo antes de momentos importantes.
Por razones obvias, tanto mujeres como hombres le dan importancia a este tipo de detalles cuando se trata de encontrar a la pareja perfecta. Muchos consideran que este olor o la ausencia de él demuestra lo cuidadosa que es una persona con su higiene personal y hay quienes no lo pasarán por alto. Así que, por más que suene repetitivo: ¡No descuide sus sobacos!
Para luchar contra el hedor, hay algunos consejos que puede seguir, como el de bañarse todos los días —es una recomendación que no está de más para algunos que tienen el síndrome del europeo— usar jabones que tengan bactericidas o afeitarse en las axilas, una acción básica que evitará la concentración del sudor.
Además, es clave si usted es propenso a ese mal olor y no tiene desodorante cerca, evitar el consumo de ciertos alimentos como ajo, cebolla, curry, alcohol, carnes rojas, pescado, café y alimentos conservados y procesados. Esto ayudará a que su problema disminuya, aunque no descarte acudir al médico si su problema persiste.
Ya que le hemos hablado un poco sobre el mal olor en las axilas, no deje que esto le afecte su vida y, más bien, tome medidas sobre el asunto. La solución está en usted, así que no permita que eso tan desagradable que lo es incluso en la denominación popular que recibió —la ‘chucha’—, le haga perder la oportunidad dorada de conocer al amor de su vida o de alcanzar esa meta que se había propuesto a nivel laboral.