De Buenos Aires conserva un apodo que le puso un mesero de una parrilla apenas la vio -La chiqui-, una colección de discos de tango electrónico y varios piropos callejeros. Un gran índice de su belleza si se tiene en cuenta la competencia argentina. Aquellas vacaciones porteñas las pasó con su novio y un par de amigos. Fue en el 2002, cuando no era famosa y tenía sobre sus hombros un par de campañas como modelo. Dos años después la vida de Ana Katalina dio un vuelco.
Ahora presenta la sección de farándula de RCN y para nadie es ya una simple niña salida del colegio Andino, hija única, que muere por los perros (si le sobra un millón y medio de pesos puede comprarle un west highland white terrier, su raza preferida) y admiradora del fotógrafo Ruven Afanador. Hoy, esta fiel bebedora de cosmopolitan y estudiante de Nuevos Medios en el Politécnico, tiene un séquito de hombres que crece como la espuma. Después de estas fotos le aseguramos que usted querrá hacer parte del club. Tendrá que esperar un poco porque la fila es bien pero bien larga y la encabeza su novio Pierre.