Esta azafata alemana (colombiana, de corazón) vive enamorada de nuestro país. En SoHo la recordamos, y si usted tiene suerte, puede encontrársela aún en un vuelo y comprobar que es tan espectacular como se ve en estas fotos.
Sus señas particulares indican que nació en Alemania, que es dueña de un cuerpo perfecto —estamos seguros de que no podrá decir lo contrario— y que hace unos años trabajaba como azafata. Llegó por primera vez a Cali y se enamoró tanto del país que acabó quedándose siete meses.
Regresó a Alemania por una temporada, pero luego volvió y se instaló en Bogotá un año más. Aquí trabajó como modelo y realizó varias campañas publicitarias. Hoy está lejos otra vez, pero entre sus planes está siempre volver, lo cual sería una buena noticia para todos.