El iceberg más grande del mundo se desprendió de la Antártida hace casi un año y muchos se preguntan si es una situación normal o consecuencia del cambio climático.
Durante años el desprendimiento de icebergs ha generado una serie de interrogantes alrededor del mundo sobre el motivo por el que se dan estos hechos, teniendo en cuenta la alerta que hay hoy en día con las consecuencias del cambio climático y el peligro constante en el que se encuentra el planeta si no se toman cartas sobre el asunto para mejorar la calidad del ambiente.
Sin embargo, tras lo ocurrido con el iceberg A-76, el más grande de la Antártida y del mundo que medía alrededor de 170 kilómetros de largo y 25 kilómetros de ancho, y es un poco más grande que la isla de Mallorca en España, los científicos explicaron a qué se deben estos fenómenos y si deberían o no generar algún tipo de alarma.
Fue exactamente a finales de mayo de 2021 cuando la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés), confirmó que el iceberg más grande del mundo se había desprendido de la Antártida del lado este de la plataforma de hielo de Ronne, en el mar de Weddell.
En ese momento los expertos aseguraron que no atribuían esta ruptura en particular al cambio climático, sino que más bien creían que era parte del ciclo natural del desprendimiento de icebergs en la región.
Otros desprendimientos como el del iceberg A-68, que también se desprendió en la Antártida Occidental y llevaba el título de ser el más grande antes del A-76, han sido relacionados directamente con el cambio climático, sin embargo, es un proceso que los científicos han calificado como “natural”, aunque no se descarta una señal de alerta teniendo en cuenta que pueden causar un aumento del nivel del mar cuando se derriten.
De hecho, expertos también mencionan que a medida que aumenta la frecuencia de estos procesos, crece la preocupación de que la Antártida se aproxime a un punto de inflexión por efecto del calentamiento antropogénico y ante un posible aumento del nivel del mar las zonas costeras son las que quedan expuestas al peligro.
No obstante, el calentamiento atmosférico no es la única causa de los colapsos de estas plataformas de hielo, sino que también se le atribuye a los procesos que tienen lugar bajo la superficie del mar, en especial en esta zona.
Una nueva investigación de CSIRO, la agencia científica nacional de Australia, en asociación con la Universidad de Southampton en el Reino Unido, reveló cómo los cambios en la circulación del Océano Austral están afectando la capa de hielo de la Antártida Oriental.
El estudio, publicado por Nature Climate Change, muestra cómo el calentamiento de las aguas en la plataforma de la Antártida Oriental está relacionado con una reorganización de las masas de agua que podría comprometer la estabilidad de la capa de hielo en este lugar.
“Descubrimos que ha habido un calentamiento inequívoco del océano sobre el talud continental de hasta 2 a 3ºC desde la primera mitad del siglo XX. Está ocurriendo cerca de la costa de los glaciares con el retroceso más rápido de la línea de tierra [el punto donde los glaciares comienzan a flotar], por ejemplo, los glaciares Denman (~100ºE), Vanderford (110ºE) y Totten (~118ºE)”, explicó el profesor de la Universidad de Southampton, Alberto Naveira-Garabato, coautor del estudio.