En el estudio participaron 180 hombres y 101 mujeres, todos estudiantes universitarios, de los cuales el 85% de los hombres y el 68% de las mujeres tuvieron relaciones sexuales. Después se les realizó un cuestionario sin revelar ninguna de las identidades de los participantes y este fue el resultado:
El 25% de los hombres dijo haber fingido el orgasmo, mientras que las mujeres lo hicieron en un 50%. La mayoría (hombres y mujeres) lo fingió durante la penetración, y el 28% de los hombres durante el sexo oral, la estimulación manual, y el sexo telefónico. (Manual para que un hombre tenga múltiples orgasmos)
Si bien para ellos es más “difícil” fingir el orgasmo, también lo hacen: “En el hombre el orgasmo está regido por el sistema nervioso parasimpático -el que relaja-, mientras que la eyaculación pertenece al simpático –el que estimula-, y para que ambos coincidan deben ponerse de acuerdo, que es lo que normalmente sucede. Pero si hay estrés, presión o excesivo afán de control este equilibrio se rompe y puede ocurrir que el hombre eyacule sin experimentar un orgasmo, lo que resulta bastante doloroso, o viceversa”, explicó la psicóloga y sexóloga Pilar en un artículo de El País de España.
¿Por qué fingieron los hombres el orgasmo? El principal motivo que reportaron en la investigación de la Universidad de Kansas fue que querían tener sexo sin consecuencias negativas, por ejemplo, herir los sentimientos de su pareja. Otros dijeron que querían complacer a su pareja y hacerla sentir bien. (¿Qué cosas debería probar en el sexo?)
Otra de las conclusiones del estudio es que las mujeres deberían tener el orgasmo primero que los hombres, y que los hombres son responsables, la mayoría de veces, de generar los orgasmos en sus parejas.