7 de septiembre de 2006
Modelo no modelo
Ana María Escobar, la nueva jefe de prensa de la Fiscalía
Luego de estar a cargo de la oficina de prensa del Inpec por nueve años, Ana María Escobar acaba de ser nombrada la nueva jefe de prensa de la Fiscalía. En la edición 77, siendo jefe de prensa del Inpec, Ana María posó en estas fotos para SoHo.

Aunque el documental que hizo Pirry sobre Garavito sirvió para encontrar más pruebas que lograran condenarlo nuevamente, nunca hubiera permitido su realización. Una de sus funciones es velar por la seguridad de todos los internos, y sabía que en el momento de hacerse pública su entrevista, muchas personas indignadas se sumarían en contra de él. Por eso le tocó decir no a una gran cantidad de medios que quisieron hacer lo mismo. Con los reclusos lleva una relación muy especial. Nunca averigua por qué están encarcelados para no prevenirse, y no está en contra de ellos; los ve como seres humanos necesitados. Cada vez que puede persuade a los ocasionales visitantes para que hagan cualquier tipo de donación en especie y, sobre todo, nunca les miente. Si ella promete algo, lo cumple. Lo dice con la certeza de saber que en las cárceles hay muchos inocentes, como cuando un interno fue condenado a 45 años por la violación y posterior asesinato de dos niños, aun cuando Garavito había confesado ser el autor del crimen. Como pudo movió los medios a su favor, y logró que lo excarcelaran. Por eso a ella la respetan mucho; a tal punto, que siente que podría entrar sin seguridad a cualquier patio reclusorio. Incluso, cuando algún interno sale en libertad, se rebusca su teléfono y la llama para decirle que por fin salió. Sus días más largos son aquellos en los que se queda hasta las 8:00 de la noche editando su programa. Si no queda muy cansada, se va a cine o a bailar. Su película favorita no es Fuga de Alcatraz ni su mejor libro es Papillon: prefiere El piano y los reportajes de Oriana Falacci. También nos confesó que ama perdidamente a SoHo por rescatar el género de la crónica, que lo veía tan perdido. Y nosotros también la amamos: no solamente por sus nobles intenciones, sino por su escultural cuerpo.