La verdad sobre los remedios caseros ¿Sirven o no?

Supongamos que usted amaneció con diarrea o con vómito, dos de los síntomas más comunes que, por una u otra causa, le pueden dar a un adulto promedio. Usted claramente no va a ir a trabajar pero tampoco se le mide ir al médico. Se quiere quedar en la casa y, lógico, se quiere curar. Entonces se acuerda de ese jugo exótico que su abuela lo obligaba a tomar para no estar ‘flojito’ o le echa cabeza a esa mezcla oriental que alguna vez leyó que era buenísima. ¿Cuáles son las chances de quedar como un lulo? Pusimos al tablero seis remedios caseros y su veredicto según expertos. Lea con atención y saque sus propias conclusiones.

Suero casero (para diarrea o vómito)

Qué es: básicamente es un agua bien engallada. A un litro hay que echarle dos cucharadas de sal, dos de bicarbonato y una de azúcar. Esa mezcla promete hacer maravillas en su cuerpo y recuperar los minerales que usted pierde con tanta ida al baño.

Cómo se toma: Idealmente poco a poco, a sorbitos pequeños. No se caracteriza por su rico sabor así que esto no debería ser un problema.

Qué dicen los expertos: Diego Chavarro, médico internista geriatra del hospital San Ignacio, argumenta que es una buena alternativa para rehidratar el cuerpo siempre y cuando exista un balance adecuado de sus componentes, especialmente el azúcar porque de lo contrario usted ni de riesgos puede salir del baño. El bicarbonato no le convence que haga tanto efecto a menos que usted tenga mucha acidez ya que gracias a sus propiedades de alcalinidad, regula el balance de ácidos en el sistema digestivo.      

Funciona: A medias. Sí es bueno cuando los síntomas sean constantes pero no es suficiente para curarlo.

Agua de arroz (para la diarrea)

Qué es: Tal como su nombre lo indica es agua que se debe colar luego de hervirla cinco minutos con arroz. No le garantizamos que ese arrocito le quede sirviendo para el almuerzo.

Cómo se toma: los más valientes aseguran que todo el día entonces prepare lo suficiente y póngalo en un termo si es necesario.

Qué dicen los expertos: Desde el punto de vista médico, el doctor Chavarro no le ve mucha fe a la curación a punta de esta agua; sus componentes – ácido fólico, hierro, potasio, entre otros – no son ricos en minerales. Pero desde el lado naturista, el doctor Leonardo Morales, psicoterapeuta y homeópata del instituto de homeopatía Luis G. Páez, asegura que hay estudios que avalan el uso de esta agua como un antidiarreico.

Funciona: A medias. Puede acortar las idas al baño. Lo suficiente para que se pueda ver un capitulo completo en Netflix, por ejemplo.

Jarabe de ajo (para la diarrea)

Qué es: También conocido como el tratamiento chino es agua hervida mezclada con dos dientes de ajo machacado y dos cucharadas de azúcar. El aliento que deja corre por cuenta suya.

Cómo se toma: Prepárese físicamente – y psicológicamente si es necesario – para beberse este coctel unas tres veces al día hasta que los resultados den sus frutos.

Qué dicen los expertos: No existe mucha evidencia científica que la mezcla sea ideal y desde el lado homeopático el doctor Morales lo recomienda más bien es para cuando tenga gripa.

Funciona: No.

Puré de zanahoria (para la diarrea)

Qué es: Un licuado de zanahorias hervidas que promete aliviar el intestino y prolongar las evacuaciones. Usted sabe a qué nos referimos.

Cómo se toma: Piénselo como su almuerzo. No le garantizamos que sea muy rico pero bueno, por lo menos está empezando la dieta que prometió a principios de año.

Qué dicen los expertos: El doctor Chavarro fue enfático en hacer una dieta astringente – es decir con alimentos de fácil digestión – y este puré puede hacer parte de la misma. Si ve: es su almuerzo.

Funciona: A medias. Sirve pero no basta con solo este remedio ya que es necesario rehidratar el cuerpo con otros productos ricos en minerales y electrolitos.

Infusión de jengibre (para el vómito)

Qué es: Agua hervida mezclada con rodajas de jengibre.

Cómo se toma: Tal como si fuera una aromática pero eso no le da licencia para pedirla en un restaurante o prepararla en la oficina después de almuerzo.

Qué dicen los expertos: El doctor Morales argumenta que desde el lado psicoterapéutico puede funcionar por los experimentos que se han realizado con esta planta. Del lado médico, piensan que sirve más para la gripa e inclusive lo recomiendan por ser un potenciador sexual natural.

Funciona: A medias. Depende de cómo su cuerpo reaccione al tratamiento psicoterapéutico.

Agua de melisa, menta y manzanilla (para el vómito)

Qué es: Agua hervida que se debe colar después de estar mezclada cinco minutos con melisa, menta y manzanilla.

Cómo se toma: Lentamente a sorbos.

Qué dicen los expertos: Por el lado científico las esperanzas de que lo alivie no son muy alentadoras pero el lado psicoterapéutico confía en que las características de esas plantas lo ayuden. La manzanilla puede servir para la diarrea dice el doctor Morales pero depende de la personalidad del paciente ya que en la homeopatía se medica diferente para cada persona.

Funciona: A medias. Sí reduce las ganas de vomitar pero no es suficiente para curarlo.

Bonus track

Para agilizar su mejoría existen otras técnicas que, aunque tengan resultados difíciles de comprobar, brillan por su originalidad. Dicen, por ejemplo, que si se llena el ombligo de sal y lo tapa con una curita o si calienta papel periódico en el microondas y se lo pone en el vientre, la diarrea desaparece. También otros aseguran que para parar de vomitar es ideal cortar una cebolla en dos mitades y frotarla en las axilas. Ningún experto certifica su veracidad, más bien garantizan su ridiculez. 

Conclusión, ¿qué es lo mejor que puede hacer?

Sí, algunos métodos caseros pueden servir para rehidratar el cuerpo y reponer los líquidos que pierde cuando padece estos síntomas, pero todo depende de su buena preparación. Por ejemplo, siempre será clave que sea con agua potable y con ingredientes frescos. Si la cuestión es no salir de su casa, recomiendan abundante líquido: agua normal y jugos naturales que no tengan azúcar de frutas como guayaba, pera o durazno. Pero, de lejos, lo mejor es que se deje recetar, especialmente cuando le manden soluciones orales ricas en minerales y electrolitos. Acá los remedios convencionales ganan por goleada.