Home

/

Mujeres

/

Artículo

21 de septiembre de 2012

Símbolo

Crónica de una muerte anunciada

Andrea Guzmán como Ángela Vicario

.

Personaje: Ángela Vicario: Andrea Guzmán

“…Ángela Vicario, sin el velo y la corona y con el vestido de raso ensopado de sudor, había asumido de pronto su cara de mujer casada”.

“El único sobresalto imprevisto lo causó el novio en la mañana de la boda, pues llegó a buscar a Ángela Vicario con dos horas de retraso, y ella se había negado a vestirse de novia mientras no lo viera en la casa. ‘Imagínate —me dijo—: hasta me hubiera alegrado de que no llegara, pero nunca que me dejara vestida’. Su cautela pareció natural, porque no había un percance público más vergonzoso para una mujer que quedarse plantada con el vestido de novia. En cambio, el hecho de que Ángela Vicario se atreviera a ponerse el velo y los azahares sin ser virgen, había de ser interpretado después como una profanación de los símbolos de la pureza. Mi madre fue la única que apreció como un acto de valor el que hubiera jugado sus cartas marcadas hasta las últimas consecuencias. ‘En aquel tiempo —me explicó—, Dios entendía esas cosas’. Por el contrario, nadie ha sabido todavía con qué cartas jugó Bayardo San Román. Desde que apareció por fin de levita y chistera, hasta que se fugó del baile con la criatura de sus tormentos, fue la imagen perfecta del novio feliz”.

“Su vida de casada devuelta seguía siendo tan simple como la de soltera, siempre bordando a máquina con sus amigas como antes hizo tulipanes de trapo y pájaros de papel, pero cuando su madre se acostaba permanecía en el cuarto escribiendo cartas sin porvenir hasta la madrugada. Se volvió lúcida, imperiosa, maestra de su albedrío, y volvió a ser virgen sólo para él, y no reconoció otra autoridad que la suya ni más servidumbre que la de su obsesión.
Escribió una carta semanal durante media vida. ‘A veces no se me ocurría qué decir —me dijo muerta de risa—, pero me bastaba con saber que él las estaba recibiendo’. Al principio fueron esquelas de compromiso, después fueron papelitos de amante furtiva, billetes perfumados de novia fugaz, memoriales de negocios, documentos de amor, y por último fueron las cartas indignas de una esposa abandonada que se inventaba enfermedades crueles para obligarlo a volver. Una noche de buen humor se le derramó el tintero sobre la carta terminada, y en vez de romperla le agregó una posdata: ‘En prueba de mi amor te envío mis lágrimas’. En ocasiones, cansada de llorar, se burlaba de su propia locura. Seis veces cambiaron la empleada del correo, y seis veces consiguió su complicidad. Lo único que no se le ocurrió fue renunciar. Sin embargo, él parecía insensible a su delirio: era como escribirle a nadie”.

VER GALERÍA DE CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA

Contenido Relacionado

Símbolo

20 cosas que usted no sabía de Tatiana de los Ríos

Sabemos que no necesitamos presentársela, porque seguro usted ha seguido de cerca su carrera: primero, como una de las t...

Símbolo

Les presento a Marisabel Gutiérrez

El actor Jorge Enrique Abello nos presentó a su espectacular esposa, una barranquillera que si usted no conocía, con est...

Símbolo

Lucía, la hija de Carlos Vives

Tiene 20 años y su papá asegura que desde muy pequeña es una mujer con criterio, independiente y muy talentosa. Lucía na...

Símbolo

Con ustedes: Camila Quintero

Es paisa, tiene 22 años y sus medidas son casi perfectas (bueno, para nosotros lo son). Por eso y mucho más, estamos seg...

Símbolo

Detrás de cámaras de Mariana Dávalos

Así se hizo la sesión fotográfica para la Edición de la Caricatura con una de las mujeres más deseadas del país.

Símbolo

Detrás de cámara: Alejandra Ávila

Esta actriz ibaguereña tiene todo lo que usted sueña: belleza, inteligencia y pasión por el fútbol. Y estas imágenes, pa...

Símbolo

Catalina Aristizábal

Es, sin ninguna duda, una de las mujeres más bonitas de colombia, una de esas que los hombres no nos cansamos de mirar. ...

Símbolo

Daniela Pinedo

Esta costeña es una de las modelos más exitosas y una de las mujeres más bonitas de Colombia, ¿o le queda alguna duda? P...