Natalia es la número uno de nuestro equipo, la que bajo el arco rechazará cuanto tiro le hagan vestida con ese uniforme que en las fotos no se le ve y esas medias de fútbol, las únicas que en ella hacen fantasear a cualquiera con una noche apasionada de calcetines en vez de ligueros. Para defendernos, Natalia está dispuesta a comprometer cada centímetro de sus 172 de belleza perturbadora. A los nueve le metía ojos y boca al balón bajo los tres palos y llegó al punto de literalmente pelearse por defender el arco: se ganó el puño de otra niña que también quería tapar y un ojo morado, la prueba de que aunque no haya ido una sola vez al estadio, no tenga equipo favorito y al mes le deje de parecer sexy un hombre que no se despegue un segundo de la transmisión de un partido, lleva el fútbol en el corazón. Cójala a taponazos que seguro le responde.