Víctor Lanz y Alexis Geiss, dos franceses que llegaron a la Colombia de 2008, pese a los problemas de la época vieron la oportunidad en el hoy Sauvage, un auténtico bistró.
Un restaurante que empezó en el Siete de Agosto ahora se mudó a una casa más amplia para presentar su propia versión de la cocina de agua salada.
Rompiendo barreras de género en la búsqueda de bienestar y autoestima.
Inmigración, racismo, biomedicina, Inteligencia Artificial, derechos de animales y problemas de salud mental hacen parte de la agenda.
Bajo su idea de maridar postres y coctelería, el lugar está en el ojo de los mejores bares de América Latina.
La Casa 88 como testigo del contraste entre la vida cotidiana y la barbarie nazi.
En una casa de dos pisos en Chapinero, Álvaro Clavijo tiene una de las cocinas más premiadas del país