15 de noviembre de 2001
Libros
Libros
El Jinete
de Bucentauro Dos amigos:
Tolentino Zunzunegui y Sardanápalo Armenteros. El primero, culto. El segundo,
puro músculo. Los dos unidos a través de sus andanzas colegiales. Tolentino,
débil y virgen. Sardanápalo, herculano y desaforado amante en el burdel
de la Cacerola. Y para rematar, un oficial gringo, Bluntape, quien se
encarga de ayudar a la República de Majagual para se convierta en una
nación ‘amiga’ de Estados Unidos, así sea a través de la dictadura. |
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Escolios
a un texto implícito La obra de
Nicolás Gómez Dávila —injustamente olvidada por las nuevas generaciones—
le ha dado la vuelta al mundo y, curiosamente, en Colombia son muy pocos
los que han sabido apreciar su valor literario y filosófico. Ahora, Villegas
Editores rescata sus ‘escolios’ (especies de aforismos o máximas al mejor
estilo de Cioran o Einstein) para revelarnos la fuerza del pensamiento
que transmitió este bogotano (nacido en 1914) a través de la escritura.
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Años de
fuego Para acercarse
a la historia reciente de Colombia no hay que meterse entre los libros
de texto. El periodismo raso es una opción. Abra las páginas de esta antología
de los grandes reportajes de la últimos diez años y se acercará al país
que muchos no quieren ver. Ése, en el que usted mismo vive. Con prólogo
de Jon Lee Anderson —uno de los más importantes cronistas norteamericanos—,
y bajo el auspicio de la Universidad de Los Andes, se logró reunir en
esta obra, 22 textos de tres generaciones de periodistas que registraron
los hechos que marcaron toda una década en el país. |
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La invención
de lo humano Más que Dios,
al ser humano lo creó Shakespeare. Él fue quien ensambló todos los maderos
del espíritu humano. En el abanico de personalidades que el dramaturgo
isabelino creó dentro de sus obras estamos todos: todos tenemos algo de
alguno de sus personajes; todos estamos hechos con la misma materia. Al
menos eso se concluye tras leer este impresionante ensayo del crítico
Harold Bloom. Con un lenguaje tranquilo, el autor no sólo logra convencernos
de la importancia que Shakespeare ha tenido en Occidente reinventando
nuestra manera de ver el mundo. También consigue que releer la obra del
dramaturgo se convierta en un ímpetu irresistible. Y no se espante por
las 734 páginas. Son fáciles de leer. Visto de otra manera es el estuche
más pequeño en el que se puede guardar, diseccionada, toda la extensión
del alma humana. |
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Habrá
una vez En esta antología
de cuentos —comentada ampliamente en las últimas semanas por varios medios
de comunicación en Colombia— se encuentra el futuro de la literatura norteamericana.
Al menos, eso es lo que se asegura en el prólogo escrito por Juan Fernando
Merino. Y tal vez hay que creerlo. Para quienes no están familiarizados
con los escritores que viven en Estados Unidos, Habrá una vez es, tal
vez, el mejor acercamiento que existe para conocer una literatura que
comienza a madurar y que, para decirlo vulgarmente, tiene de todo un poco.
Como en botica. Hay relatos de escritores de ascendencia china (Gish Jen),
o hindú (Jhumpa Lahiri), o canadiense (Diane Schoemperlein), o haitiana
(Edwidge Danticat). Y todos, todos, son de obligatoria lectura. De inevitable
diversión. |