Delincuentes estarían secuestrando, torturando y violando transeúntes en la Autopista Norte de Bogotá

Una joven denunció que en la madrugada de este lunes en la Autopista Norte con calle 245, tres hombres de Venezuela la secuestraron cuando se dirigía a su casa en bicicleta.

Luego de que se le atravesaron, pasando el peaje de Los Andes, entre Bogotá y Chía, la bajaron de su bici y la arrastraron hacia unos matorrales. “Me metieron al fondo, me quitaron los zapatos y me amarraron con los cordones de pies y manos. Me decían que colaborara, que no me iban a hacer nada, que iban a robarme”.

“Me esculcaron por todas partes, a pesar de que uno me decía que estuviera tranquila, otro me estaba apuntando con un arma en la cabeza”, expresó llorando. La obligaron a entregar todas sus cuentas bancarias, ella les dijo que no tenía dinero y como no le creían, la amenazaron con quitarle un dedo.

Minutos después, escuchó los gritos de otro hombre que fue testigo de todo lo que sucedió.

Posteriormente, uno de los victimarios la llevó más lejos y la abusó sexualmente, mientras que ella solo le pedía que no la matara. En la noche de este jueves inspeccionaron el lugar y allí encontraron ropa interior de la víctima y de otras mujeres. Asimismo había zapatos, papeles, cintas, maleta y cascos.

Varias víctimas de esta banda delincuencial han hecho un llamado al Director de la Policía Nacional, al Fiscal General y hasta a las entidades encargadas del alumbrado de esta zona para que actúen lo más rápido posible.

Testimonio de otra mujer que reveló los vejámenes de los que fue víctima

Hace dos semanas otra joven denunció los mismos hechos. “Yo se que a muchas mujeres les ha pasado y de pronto no denuncian por miedo. Me tocó pedir trabajo en casa, no duermo bien, tengo pesadillas. Han sido unos días horribles”, afirmó la joven a Noticias Caracol.

En esta oportunidad, a la joven la dejaron en la intemperie por más de cinco horas y relató: “El tipo me levantó del lugar donde nos tenían, me llevó como al lado de la carrilera del tren, me quita el cordón de la boca, rompe un trapo y me lo pone en la boca y me dice ‘si usted grita, le meto una puñalada’. Entonces, me botó al piso y pues abusó sexualmente de mí”.

Hasta el momento, las autoridades no han hecho nada y las víctimas que ahora no tienen paz mental y que quedaron traumadas, piden justicia inmediatamente.