15 de septiembre de 2009

12 apuntes sobre nombres y apellidos*

Por: Gustavo Gómez
| Foto: Gustavo Gómez

El presidente ecuatoriano Rafael Correa no oculta la molestia infinita que siente por los Estados Unidos y todo lo que tenga barras y estrellas. Su fiscal exhibe el poco socialista nombre de Washington (Pesántez), pero Correa se tranquiliza con el de su vicepresidente: Lenin.

Caster, la deportista africana campeona de los 800 metros en atletismo, cuyas características físicas la acercan a la complexión masculina, se apellida Semenya. Con semejante apellido no se explica el porqué de tantas pruebas para determinar su sexo. Semen, ¡ya!

Uno de los inventores del adminículo que permite a las mujeres orinar de pie se llama Oriol. Le sobra creatividad; le faltó una ‘n‘: Orinol.

Con Álvaro Gómez Hurtado murió su ex escolta y hombre de confianza, el abogado José del Cristo Huertas, quien tenía un segundo apellido que revela la lealtad que siempre le profesó al eterno candidato presidencial: Hastamorir.

La esteticista María Constanza Ahumada de Espinoza, a quien SoHo tuvo como firma hace un par de años, prefiere que la llamen por su apodo de toda la vida: Cuca. Ella es la Cuca Ahumada y tiene especial cariño por una antigua secretaria de Antanas Mockus: la Cuca Silva.

Yuri y Vladimir son dos colombianos muy amigos, cuyos padres eran devotos de las revoluciones. Yuri Chillán, mano ‘derecha‘ de Moreno (¿el alcalde de la Izquierda?), se llama así en honor del cosmonauta Yuri Gagarin y comenta a los conocidos cómo agradece que a su papá no le hubiera caído en gracia la perra Laika. Vladimir Flórez, Vladdo, confiesa que la idea de llamarlo igual que Lenin fue de su mamá y que se siente un "damnificado de la Guerra Fría". Chillán nació en Boyacá y Vladdo en Armenia... ¿ex república soviética? La bandera de Armenia tiene exactamente los colores de la de Colombia, pero invertidos: rojo, azul y amarillo.

Luis Carlos Galán murió, a pesar de los esfuerzos del cuerpo médico, en el hospital de... ¡Kennedy! A propósito: hace unas semanas, el Archivo Nacional de Identificación de la Registraduría reveló que en Colombia viven 1642 personas cuyo nombre es Kennedy, 44 que se llaman John Fitzgerald y solo uno fue bautizado John Fitzgerald Kennedy. No se reveló el dato de cuántos tienen una cédula que los identifique como Luis Carlos Galán.

Recuerda Alberto Casas que en cierta ocasión un parlamentario se pasó de palabras con Laureano Gómez Castro, y este, con firmeza, le dijo: "Cuidado, porque soy Laureano Gómez... ¡y Castro!".

¿Por qué Bill Gates (Puertas) no se aseguró de que Windows (Ventanas) no se llamara Ventanas sino Puertas? Abrir y cerrar ventanas o puertas hubiera dado lo mismo. ¿Modestia?

El embajador de Venezuela en Honduras es Laguna. Armando Laguna sabe de honduras, pero no lacustres: es vicealmirante retirado de la Armada. Su profundidad está demostrada, al menos, en el campo de la genealogía: su segundo apellido también es Laguna. Armando de la Armada es doblemente Laguna en Honduras.

De joven, Luis Eduardo Garzón fue mesero. Garçon, en francés (pronunciado como el apellido de Lucho), es en una de sus acepciones, "mesero".

En 1980 un nombre-broma dejó de serlo. Ese año, el M-19 se tomó la embajada de República Dominicana en Bogotá y saltó a primera página de los periódicos el nombre de uno de los rehenes, el embajador de Guatemala, Aquiles Pinto Flores (pero ni una palabra más sobre nombres como el del embajador de allá que aquí pintaba flores cautivo, so pena de mortificar al ex comisionado Ricardo Galán, quien ha expresado públicamente la molestia que le causan estas columnas dizque de humor que aprovechan los ¿defectos? de la gente. Solo un detalle: en la toma, el embajador de México se llamaba Ricardo Galán. Sin ánimo de molestar).

* Con todo respeto por Antonio Panesso, magnífico, él sí, en revelar qué hay en un nombre.