14 de abril de 2003

Con permizu

Mizu es uno de esos pocos sitios en los que uno puede estar feliz a las seis de la tarde. Terraza, música electrónica, bossa nova, ceviche de langosta y un martini de la casa. ¿Para qué más?

Seis de la tarde: ¿Cuántas veces no está aburrido cambiando de canales, con ganas de salir de su casa, o esperando en la oficina a que alguien le proponga un plan para matar la tarde? La hora crítica llegó y, a pesar de lo mucho que uno quisiera ver gente y distraerse, no encuentra un lugar lo suficientemente acogedor como para arrancar.
Con una terraza llena de sofás de pasto y mesas en las que hay que interactuar con el de al lado, aunque no haya ido con usted, Mizu aparece justo en el momento en el que Bogotá empieza a repetirse. Tiene diseño, mucho de música electrónica y una carta sencilla pero deliciosa en la que puede encontrar la manera de matar el hambre también. Carnes frías, encurtidos, quesos, ceviches (el de langosta es increíble)? En realidad son pocos los platos, pero todos tienen su encanto.
El concepto de fusión está muy claro en la comida y en la música de Mizu, en donde los ritmos y los sabores latinos logran compaginar con un estilo muy avant garde y minimalista. La gente que atiende el sitio es muy 'buena onda' y los Djs tienen la tarea de mantener ese ambiente chill out que pretende el lugar, a través de la mezcla de electrónica con ritmos como la bossa nova, el tango o los boleros. Y si la cosa se vuelve fiesta, pues no hay ningún problema, como tampoco lo hay con los domingos, en los que Mizu hace una especie de brunch para que el séptimo día no nos haga odiarlo tanto.

Plato sugerido: ceviche de langosta
Trago: martini de la casa
Precios: entradas desde US$4 hasta US$9
Tragos desde US$4 hasta US$6
Dirección: Cra. 11 Nº 80-11
Teléfono: 2369207