30 de abril de 2014
Experimento
A qué sabe… El dry martini envejecido en roble
Como si fuera un vino o un whisky, ahora el famoso dry martini también se puede añejar en barriles. El barman de Bruto, Juan Valderrama, se le midió a hacerlo, y José Rafael Arango, a probarlo.

Color
La guarda del vermut y la ginebra por 60 días en barriles de roble de Limousine (Francia) le da un aspecto misterioso, entre amarillo verdoso o verde amarilloso. Parece la pócima de un alquimista.
Nariz
Primero se levanta un fuerte aroma de limas frescas, como en todo buen dry martín, y luego aparecen notas de vainilla y canela, con un final de pan dulce. El alcohol se pierde como en el hospital de Meissen.
Boca
Pierde la contundencia del dry martini original, pero se transforma en un licor muy agradable lleno de especias como la canela y el clavo de olor con final de cáscara de naranja y masapán.
Conclusión
Si va en plan tramador y conquistador, con este coctel va a quedar como un monstruo. Incluso mientras se lo preparan puede soltar desprevenidamente la frase de “mezclado pero no agitado”, y sin duda esa noche se lo darán (el coctel). Apúrele que el barrilito en que envejece la mezcla apenas tiene 8 litros.
| Nombre: Dry Martini Añejado País de origen: Colombia-Francia Cudad: Bogotá Alcohol: 40 °Vol. Alc. Ingredientes: Ginebra Citadelle añejada durante 60 días, vermut y aceitunas Temperatura de servicio: 8 °C Fabricante: Juan Valderrama (restaurante Bruto) Precio: $35.000 |