12 de marzo de 2003

El arte de esfumarse

Más que puro humo, el tabaco es un arte y se requiere la misma maestría que para conocer de vinos. no lo haga por moda, disfrútelo.

Para cortarlo
El extremo del tabaco que se encuentra cerrado se corta para que el aire circule. Puede rasgarse con los dientes, perforarse con un palillo largo o cortarse con el cuchillo de la cocina. Sin embargo, no parece lógico que alguien que haya gastado más de US$18 en un tabaco lo corte como si estuviera mordiéndose una uña. Los conocedores usan una guillotina especial que corta dos milímetros exactos.

Para prenderlo
Prender un tabaco tiene su ciencia. Uno de los consejos principales es nunca hacerlo con un encendedor de gasolina porque este puede dejar olor a combustible y arruinar el tabaco. Los 'snobs' del tabaco lo prenden con unos fósforos largos de madera que utilizan después de que la punta del fósforo ha sido quemada o con un encendedor especial para cigarros gruesos que es de llama doble. Sin embargo, un encendedor desechable puede ser una excelente opción para prenderlo.
Una vez escogido el accesorio correspondiente debe saber que el tabaco se prende de la siguiente manera: 1) Se rota el tabaco sobre la fuente de calor, sin que esta toque el tabaco, sino que caliente desde abajo lentamente y sin acercárselo todavía a la boca. 2) Se espera hasta que la corona esté roja (prendida). 3) Una vez se prende, se acerca a la boca y se sopla. 4) Por último, se vuelve a acercar la fuente de calor y se aspira.

Para guardarlo
Se recomienda guardar los tabacos en un humidificador que los mantiene a 70 por ciento de humedad y entre 18 a 20 grados centígrados, para que no se sequen y para que los organismos vivos que tienen adentro (el tabaco es un 'ser' vivo) no se desarrollen debido a una alta temperatura. Sin embargo, pueden guardarse en una caja contenedora con una espuma húmeda y cambiarla de vez en cuando sin ningún problema. Para los que no salen de casa sin un tabaco en su bolsillo, existen las pureras de cuero.

Para acompañarlo
A veces un tabaco no puede desligarse de la idea de un trago. Los recomendados para acompañarlo son los tragos de cuerpo que puedan tomarse puros. Un cognac, un brandy, un whisky 12 años, un ron negro añejo fuerte o un oporto pueden hacer buena pareja con un buen tabaco. En el caso de que el alcohol no sea una opción, puede acompañarse igualmente con un café expresso fuerte.



Despuntador redondo US$27
Despuntador ovalado US$27
Encendedor US$29
Guillotina cuadrada US$5
Portatabaco cuero x2 US$23
Humidificador Redondo US$8
Termohigrómetro US$30
Humidor (caja) en tres maderas US$115
Copey US$6
Hoyo Monterrey US$18
Churchill US$18
Zino US$6
Montecristo largo US$4
Davidoff US$9
Cohiba largo US$21
Montecristo ancho US$15
San Cristóbal US$13
Bolivar Royal US$11
Romeo y Julieta #4 US$10
Selección Cava de Puro delgado US$1.50
Vega R US$11
Cuaba US$10
Selección Cava de Puro ancho US$3
Fonseca Delicias US$4