Los rosados están de moda en Colombia y la razón es muy sencilla: son vinos fáciles, afrutados, con buena acidez y muy refrescantes. Cuando usted viaja a Europa en verano, se puede dar cuenta de que el único vino que se toma en calles, plazas y parques es un rosado muy frío, para apaciguar el calor y calmar la sed. La mayoría de las ciudades en Colombia tienen un clima estival, y nada más indicado para comer y beber que un rosado bien fresco. Cuando pienso en estos vinos siempre se me viene a la cabeza una terraza en Cartagena a las cinco de la tarde y un rosé servido a 8 °C. También me acuerdo de un grupo de amigas en edad universitaria tardeando en Medellín o del coctel de lanzamiento de alguna galería en Barranquilla. En fin, las posibilidades son muchas y las virtudes de este vino —suave, ligero, alegre y descomplicado— están abiertas para que todos las podamos descubrir.
Acá están mis cinco elegidos:
N.° 2 Château Saint Martin/Côtes de Provence (Francia)/ 2009/ $53.000 Viene de la región más clásica para rosados en el mundo, es de un ligero color piel de cebolla, muy delicado y aromático, femenino y elegante, si me lo permiten.
Julián Chivite Gran Feudo Rosé/Navarra (España)/2009/ $33.000
Un vino expresivo, con buen cuerpo y mejor acidez, de color palo de rosa, resulta muy refrescante.
Golden Kaan Pinotage Rosé/Western Cape (Sudáfrica)/2009/ $29.000
Vino contundente, con mucho cuerpo de color salmón, con notas de cuero y madera, una verdadera sorpresa en rosados por precio y calidad.
Montes Cherub Syrah Rosé/Colchagua (Chile)/2009/ $58.000
Un vino que se ha vuelto clásico en nuestro medio, con su ángel empeloto en la etiqueta, es de color rosado cereza, con sabores a dulce de fresa, muy bueno para las artes amatorias.
McGuigan Discover Rosé/ South Australia (Australia)/2009/ $51.000
De color rosado eléctrico, es increíble para rumbear y “prender motores”.
Dónde conseguirlos: Vittis, Cra. 11 n.° 84-40 Int. 5