17 de agosto de 2006

Qué música tan corrida

A estas alturas, cuando los hemos oído en todas las emisoras, decir que los corridos son prohibidos es apenas un saludo a la bandera. Pero ahí están, en una caja con pinta de guacal, los diez volúmenes de una colección que nos ha enseñado qué es la cruz de marihuana, por qué Uriel Henao (y sus Tigres del sur) prefieren una tumba en Colombia, de dónde salió el Diablo de Sinaloa e, incluso, por qué Santofimio es protagonista de un corrido ¿muy mentado? Una colección recomendada para todos aquellos que firmemente creen en lo muy mexicanos que somos los colombianos. Va uno a ver, y sí.