Angelino Garzón

1. Desayuno
Porción de patilla
Arepa de maíz pelado
Queso campesino
Jugo de tomate licuado con aceite de oliva
(Pecado de fin de semana: huevos pericos)

2. Media mañana
Vaso de agua
Taza pequeña de café con leche

3. Almuerzo
Pescado asado
Verduras al vapor
Porción de papaya
Vaso de agua

4. Tarde
Vaso de agua
Taza pequeña de café con leche

5. Comida
Crema de verduras
Porción de uvas

Por esto y otras afecciones de salud que aparecieron en el momento, tuve que adoptar nuevos hábitos alimenticios. Mi dieta en lo fundamental no ha cambiado. Los médicos me recomendaron evitar el consumo de alimentos que me produzcan grasas saturadas, y por eso no consumo carnes rojas ni fritos, prácticamente nada que me pueda elevar el colesterol. Me alimento tres veces en el día. Mi desayuno está conformado por una porción de fruta, una arepa de maíz pelado con queso campesino y un tomate licuado con aceite de oliva (salsa mediterránea muy recomendada para la salud del corazón). Una vez a la semana me doy el gusto de comerme una pequeña porción de huevos pericos. El almuerzo normalmente es una porción asada de pescado de mar acompañado de verduras , fruta en reemplazo del postre y un vaso de agua natural. La cena es una taza de sopa o una crema de verduras, aquí también me como otra porción de fruta como dulce. Si tengo que comer por fuera de la casa, intento ordenar una porción mediana y verduras al vapor. Entre comidas usualmente me tomo varios vasos de agua y una porción pequeña de café con leche. Por principio, nunca aborrezco los alimentos porque ellos ayudan a los seres humanos. Lo que aborrezco es la falta de ellos, principalmente en los niños pues afecta su derecho a la salud y a la educación. Ninguna comida hace pecar a los seres humanos; sin embargo, evito aquellas que contengan grasas. Menos mal mi plato favorito es el pescado en todas sus variedades, acompañado de un buen puré de maduro, pues es precisamente el menú ideal recetado por los doctores.