Home

/

Historias

/

Artículo

12 de diciembre de 2007

Jorge Luis Pinto

Por: Jorge Luis Pinto
| Foto: Jorge Luis Pinto

Querido Niño Dios:

Primero, quiero agradecerte porque siempre te has portado muy bien conmigo. Desde que era niño nunca me has dejado abandonado y siempre te dejaste ver con buenos regalos que alegraron unas navidades ambientadas bajo las costumbres de una familia muy santandereana. La verdad es que esta es la primera carta ‘oficial‘ que te escribo. Antes eran notas que te dejaba al lado de mi almohada y, allí, al filo de la una de la mañana, me despertaba y encontraba tus regalos. Nunca olvidaré la felicidad que me produjo recibir ropa marca Roble (muy popular en Santander en esa época), o el balón de fútbol con el que me hice volante mixto y capitán —humildemente— del equipo campeón del colegio Guanentá.

Jamás voy a olvidar las novenas bailables. Desde el 16 de diciembre uno se alistaba para coquetear con las muchachas del pueblo, rezar la novena, comer tamal y bailar. Hoy veo que el encanto de la Navidad se ha perdido un poco. Por esto, he tratado de inculcarles a mis hijos todo lo que significa tu nacimiento. Desde hace más de 20 años nos reunimos con mi familia, mi padre y mi madre, mis hermanos con buena comida, pólvora y esperamos tu llegada al lado del árbol y el pesebre navideño.

Como les sucede a muchos niños, tenía que portarme bien para que me trajeras lo que yo quería de aguinaldo (al menos eso me decían mis padres y siempre traté de ser lo más juicioso posible).

Este año no fue la excepción. Creo que me he portado bien, he sido un buen padre, un buen hijo y al frente de la Selección Colombia, con una buena ayudita tuya, logramos superar muchos obstáculos para tener al pueblo colombiano contento.

Ante este panorama y abusando de nuevo de tu infinita bondad, te quiero pedir lo siguiente:? —Mucha felicidad y salud para mis padres y mi familia.

—Un computador nuevo para mi hijo.

—Que a mi hija la reciban directamente en la Universidad de Texas, en los Estados Unidos.

—La paz y el entendimiento entre todos los grupos en conflicto que tiene Colombia.

—Ayudar con mucho equilibrio emocional al presidente Uribe para que se dé el acuerdo humanitario y los secuestrados no vivan más lo que están viviendo.

—Darle al presidente de la FIFA, Joseph Blatter, la opción de elegir y organizar mejor los calendarios internacionales.

—Que no se lesione ningún jugador convocado a la Selección.

Por último, te quiero pedir tres cosas fundamentales para mí:

—Hace mucho tiempo tengo el antojo de comprarme el software para valorar bien los partidos de fútbol. Es lo más moderno que existe para saber datos como cuánto recorre un jugador en un partido, qué pases hace buenos o malos etc. Es un software muy competo. Ojalá me pudieras ayudar con esto, aunque lo veo complicado ya que vale como 10.000 dólares.

—En segundo lugar, que me des la sabiduría para convivir mejor con mis jugadores y que el 24 de diciembre por la noche todos seamos amigos y que eso nos dure para siempre.

—Y, por último, lo más importante: que me des los puntos para poder asistir al Mundial de Sudáfrica en el 2010 y la sabiduría para poder elegir a los mejores jugadores para hacerlo. Quiero darle una alegría inmensa a Colombia.

¡Gracias, querido Niño Dios!