9 de marzo de 2006
El viejo Willys
Colombia sería otro país sin la presencia del viejo y querido Jeep Willys, un carro que cambió la concepción del mundo en más de un aspecto y que hoy, 65 años después de su creación, se resiste a morir.
Cuatro días tardaron los norteame-ricanos en diseñar el Willys, en 1941, y resulta paradójico que hoy sean Colombia y Filipinas los dos lugares del mundo donde existen más vehículos de este tipo. Y es paradójico, porque aquí no alcanzan cuatro días para hacer un carro, a duras penas rinden para sacar el pasado judicial.
Nacido para propósitos bélicos (Estados Unidos necesitaba un carro fuerte para andar de batalla en batalla por Europa) resultó tan rendidor que muchos de los soldados pidieron poder llevarse uno de vuelta a casa. Durante décadas, el Willys se usó para andar, arar, arrastrar, cargar, bombear, jalar, regar, trasnportar y apagar incendios en su tierra natal y luego, en 1958, cuando ya resultaba obsoleto para la época, dejó de producirse.
A Colombia llegó en 1949 para reemplazar a la mula y su éxito fue tal que en un solo año se vendieron más de diez mil piezas. Es que nada mejor para andar por la difícil topografía colombiana que el primer 4x4 hecho en el mundo. Mientras el animal podía cargar dos bultos de café, el Jeep podía con veinte, pasando así de la "carga" al "yipao" como medida oficial. ¿Podría un gringo entender eso?
Las carreteras y caminos de Colombia, y hasta la reforma agraria en el gobierno de Rojas Pinilla, se hicieron con el Willys, que aún hoy es el medio de transporte preferido en las regiones montañosas. Gracias a su uso se han levantado y educado familias enteras y el ingenio de los nuestros es tal que, por ejemplo, existe en Barichara, Santander, un Willys con motor Mitsubishi, mientras que en Tambo, Cauca, hay un hombre que fabrica chasises de este carro con rieles de ferrocarril.
Pero los puristas prefieren hacerse a la pieza antigua, restaurarla y dejarla como recién salida de la fábrica, en lugar de cambiarle elementos como la suspensión, las llantas o la dirección. He ahí la gran diferencia entre restaurar un Willys y reformarlo. Lo primero requiere de una investigación histórica, paciencia para encontrar o copiar las partes originales y un cuerpo de hierro para soportar un viaje en este dinosaurio, tatarabuelo de los lujosos 4x4 de hoy.
FICHA TéCNICA
Willys CJ 3B, modelo 1954
Motor: 4 cilindros, 2,2 litros y 72 caballos de fuerza (a 4.000 RPM)
Distancia entre ejes: 203 cm
Altura: 168 cm
Largo: 330 cm
Depósito de combustible: 40 litros
Peso bruto: 1.588 kg
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