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3 de febrero de 2005

Pasos de animal grande

Gente matando gente, una fórmula que, hasta donde sabíamos, no fallaba en Hollywood. ¿Por qué entonces Elephant la excelente película de Van Sant sobre la matanza de Columbine, no batió récords de taquilla?

Por: Mateo Catón

Elephant
ZONA: 1
AUDIO: ESP., ING., FRA.
SUBT.: ESP., ING., FRA.
FORUM DISCOS Y LIBROS

Jamás una película aburrida fue tan entretenida. Debieron de mortificarse mucho los norteamericanos que fueron a verla en cines, atraídos por cosas tan digeribles de Gus Van Sant como Good will hunting (único proyecto decoroso de Ben Affleck) o Finding Forrester, y descubrieron, con horror, que Elephant era tan lenta como el título. Nada valió recordarles que la película se había llevado la Palma de Oro en Cannes y que, por ella, Van Sant había sido elegido mejor director. Ellos querían que la tragedia de la escuela de Columbine, Colorado, tuviera cierto toque hollywoodesco, con escenas muy rápidas, casquillos al aire y sangre, mucha buena y tibia sangre. Van Sant prefirió escenas largas, con parlamentos naturales, cámaras que se convierten en los ojos de los protagonistas en tiempo real y muchos minutos dedicados a algo tan poco extravagante como la vida de un gringo en la escuela.
Interesante manera de abordar un episodio aterrador de la joven Norteamérica y, lo mejor, a años luz del conductismo hostigante con que lo había presentado Michael Moore en Bowling for Columbine. A propósito, ¿alguien sabe qué se hizo Michael Moore? Pregúntenle a John Kerry, el hombre del mucho votox y los insuficientes votos.