Home

/

Historias

/

Artículo

15 de abril de 2008

Testimonio

Qué se siente ser...suicida

Este es un testimonio sobre un hombre que piensa en la muerte y ha intentado quitarse la vida en varias ocasiones.

Por: Rubén Darío Serna
| Foto: 123rf.com

El nombre científico de lo que yo tengo es Depresión Recurrente con Tendencia al Suicidio, y la explicación práctica es que siento una picazón intensa que hace que no soporte la carne de mi propio cuerpo. Es como un hormigueo desesperante que empieza en la palma de las manos y luego se apodera de todo el cuerpo. A los diez años me jalaba el pelo del desespero, pero no era suficiente. Me golpeaba contra las paredes y le pedía la máquina de afeitar a mi papá —a pesar de que no me salía barba aún— para cortarme la cara intencionalmente. Así creía que podría aliviar mi mal. Todo esto lo hacía a escondidas de mi familia por miedo a represalias.

Lea también: ¿Qué se siente ser mitómana?

No era buen estudiante. En lugar de poner atención en clase, pensaba en formas de morir para no sufrir más. Cortaba vidrio y me lo tragaba con guayaba porque me habían dicho que así se cortaban las vísceras. Luego intenté con jeringas, me inyectaba aire y agua con limón; las venas del brazo se me inflamaron mucho. Cuando le mostraba el boletín de notas a mis papás me recriminaban porque no me iba bien en el colegio, pero nadie sabía lo que me pasaba, nadie pensaba que tal vez me ocurría algo, solo me veían como un joven indisciplinado. Sentía que todos estaban en contra mía.

En el ejército me quise dar un tiro de fusil, pero un compañero me vio y alcanzó a quitármelo. Me tuvieron con psicólogo durante un tiempo y nunca más me dejaron solo para que no volviera a intentar suicidarme, pero no le pusieron más atención a mi caso. De ahí salí a una empresa de vigilancia privada, donde me pegué un tiro en el brazo. Aún no sé por qué no lo hice en la cabeza.

Los intentos de suicidio incluyen quererme ahorcar con unos cordones de zapato, beber una taza de veneno para insectos, tomar 50 antidepresivos y cortarme el pecho y el cuello con una botella picada. No siento nada cuando hago cosas así, estoy como anestesiado, minutos después es que entro en razón, siento el dolor y me arrepiento de lo que he hecho. Tengo 47 años y hace apenas unos cuatro empecé mi tratamiento. Fue gracias a mi esposa, que al poco tiempo de casados se dio cuenta de mis reacciones.

Lea también: ¿Qué se siente tener un embarazo psicológico? 

Con el psiquiatra me veo una vez a la semana y tomo tres tipos de pastillas, dos son tranquilizantes y otra para dormir. Si logro dormir puedo controlarme, pero si paso noches en vela, al día siguiente es que trato de acabar con mi vida. Pero es solo contra mí que atento, no contra otras personas. Si me da mal genio o peleo me da rabia, pero no con los demás, sino conmigo. Ahora que estoy más controlado, cada vez que vuelve el cosquilleo empiezo a caminar, a dar vueltas hasta que logro calmarme. Luego me siento y pienso en mi esposa, pero inevitablemente vuelven los pensamientos sobre la muerte. A veces sueño con mi funeral. Con esa visión siento que descanso. ¿Por qué no estoy muerto? Quizá hay una parte de mí que no se quiere morir, solo librarse del desespero que me invade.

Derecho de autor: stokkete / 123RF Foto de archivo

Contenido Relacionado

luis alfredo garavito

Testimonio

Yo sobreviví a La Bestia

Recuerdo que fue un jueves mientras veía las noticias junto a mi mamá, cuando caímos en la cuenta de que una parte de mi...

Testimonio

Carta a mi hija transexual por Nacho Vidal

Es uno de los actores porno más cotizados del planeta y, sin embargo, pocos conocen una de las facetas más importantes d...

Testimonio

¿Un gay nace o se hace?

Es la pregunta que todo el mundo se ha hecho, la que ocupa horas de conversaciones entre amigos, la que tiene a más de u...

Testimonio

Yo escribí la biografía de Popeye

Maritza Wills escribió la biografía del famoso sicario de Pablo Escobar. En este texto confiesa cómo lo conoció, qué le ...

Testimonio

El día que comí con Donald Trump

Una colombiana tuvo la oportunidad de cenar con Donald Trump poco antes de que se convirtiera en el nuevo presidente de ...

Testimonio

Así es una noche en el hotel más extremo del mundo

¿Se imagina dormir al borde de un abismo a 450 metros del piso? Pues eso es lo que ofrece un hotel ubicado cerca de Cusc...

Testimonio

El goleador colombiano en la liga más desconocida del mundo

Estadios enteros corean su nombre, pero pocos en el país han oído de él. Esta es la historia del colombiano goleador de ...

Testimonio

Yo diseñé los “uniformes empelotos” de ciclismo

¿Se acuerda de la polémica por el uniforme del equipo colombiano en el que las ciclistas parecían sin ropa? La responsab...