Home

/

Historias

/

Artículo

8 de noviembre de 2016

Testimonio

En esta cancha empezó todo. Por: René Higuita

René Higuita empezó a jugar fútbol en las canchas del barrio Castilla, en Medellín. Era delantero, hasta que en este campo, que era de arenilla, se metió al arco por casualidad.

Por: René Higuita / Foto: Luis Noriega

La comuna Castilla está enclavada en el costado noroccidental de Medellín. Allá me crie, allá crecí y allá me hice futbolista. Pero si les preguntan a muchos de los habitantes que me vieron en algunas de sus canchas cuando yo era pequeño, hay una curiosidad: allá no me recuerdan como arquero, allá jugaba de delantero. Era un 9 neto y goleador.

Lea también: ¿Qué tan triste es la vida de un árbitro colombiano?

Mi relación con el fútbol nació en tres canchas de Castilla: la Unidad Deportiva Castilla (hoy Unidad Deportiva José René Higuita), La Maracaná y un pequeño campo de microfútbol que quedaba a tres cuadras de mi casa.

Lo mío en el arco fue casual. Me gustaba salir a jugar de delantero, meter goles, pero un buen día, en un torneo de “baby fútbol”, terminé metido bajo los tres palos. Yo lo hacía a veces por recocha, y ese día no llegó el arquero. Así que la recocha se me volvió tan seria que terminé haciendo historia como arquero-líbero.

La mayoría de canchas de mi época de niño en Medellín eran en arenilla. Es una superficie dura, sin demarcación, llena de huecos y piedras; la pelota rebota a cualquier parte, y cada caída al piso es sinónimo de raspada. Pero eran una maravilla esos terrenos. En ellos, la técnica para dominar el balón se pulía.

Yo vivía a minutos de las canchas. De hecho, en la casa en la que crecí aún vive mi tía. Recuerdo que la unidad deportiva tenía dos campos de juego: el negro y el blanco. Se diferenciaban por el color de la arenilla. Unas cuadras más arriba estaba La Maracaná. Hoy, la situación es muy distinta y todas son de grama artificial.

De pequeño jugaba con una pelota dura, como el carey. La tenía en la casa, la lanzaba contra una pared y la cabeceaba de un lado para otro. El objetivo era meterla en un hueco que había en una reja. También le daba con la derecha y con la izquierda, y eso me sirvió mucho para afinar la pegada.

Recuerdo que mi abuela me regañaba porque llegaba de jugar con la ropa sucia o rota. Pero cuando fui escalando como futbolista e integré la selección Antioquia y la juvenil de Colombia, ella con gusto me cuidaba y me lavaba los uniformes. Se le notaba el orgullo.

Lea también: Soner Ertek (el que lesionó a Falcao)

En ese triángulo de canchas pasé mi infancia y parte de mi adolescencia. En la de microfútbol vi jugadores muy buenos. Había un muchacho al que le decían “Chinini", no llegó a profesional pero era impresionante con el balón.

Cuando se jugaban los torneos, se vivía un ambiente de fiesta. La gente llenaba los alrededores. Se respiraba un ambiente familiar, pero existía una motivación extra: las niñas más lindas del barrio se apostaban a ver el partido. Eso lo incentivaba a uno a jugar bien, a lucirse.

Después de cinco años de trabajar como entrenador en Arabia Saudita, estoy de vuelta en Medellín y en plan de desatrasarme de muchas cosas. Una es mirar cómo está el Nantes, un equipo aficionado de Castilla. De joven jugué ahí y éramos una de las escuadras más fuertes. El Nantes tiene mucha historia en esta comuna. Por eso me gustaría volver a vestirme de cortos con ellos, y estoy seguro de que me van a recibir con los brazos abiertos. Ahí encuentro a los amigos, veteranos con los que jugué de pelado. Eso sí, ahí no me meto al arco, ahí toda la vida fui goleador y ellos lo saben… en las canchas de mi infancia siempre seré el 9.

Contenido Relacionado

luis alfredo garavito

Testimonio

Yo sobreviví a La Bestia

Recuerdo que fue un jueves mientras veía las noticias junto a mi mamá, cuando caímos en la cuenta de que una parte de mi...

Testimonio

Carta a mi hija transexual por Nacho Vidal

Es uno de los actores porno más cotizados del planeta y, sin embargo, pocos conocen una de las facetas más importantes d...

Testimonio

¿Un gay nace o se hace?

Es la pregunta que todo el mundo se ha hecho, la que ocupa horas de conversaciones entre amigos, la que tiene a más de u...

Testimonio

Yo escribí la biografía de Popeye

Maritza Wills escribió la biografía del famoso sicario de Pablo Escobar. En este texto confiesa cómo lo conoció, qué le ...

Testimonio

El día que comí con Donald Trump

Una colombiana tuvo la oportunidad de cenar con Donald Trump poco antes de que se convirtiera en el nuevo presidente de ...

Testimonio

Así es una noche en el hotel más extremo del mundo

¿Se imagina dormir al borde de un abismo a 450 metros del piso? Pues eso es lo que ofrece un hotel ubicado cerca de Cusc...

Testimonio

El goleador colombiano en la liga más desconocida del mundo

Estadios enteros corean su nombre, pero pocos en el país han oído de él. Esta es la historia del colombiano goleador de ...

Testimonio

Yo diseñé los “uniformes empelotos” de ciclismo

¿Se acuerda de la polémica por el uniforme del equipo colombiano en el que las ciclistas parecían sin ropa? La responsab...