Silvana Hernández

Cuando la llamamos para hacer esta reseña iba manejando su moto. Eran las cuatro de la tarde en Barcelona y tuvo que parquearse para poder hablar tranquila. Bogotana, de 24 años, Silvana dejó Colombia poco después de graduarse del colegio. Vivió en Inglaterra, Estados Unidos, Venezuela, Panamá y España. Su gusto por el arte le decía que se fuera a estudiar a Italia, pero el amor la llevó a Catalunya. No se preocupe, ese hombre ya no existe.

Ha sido modelo en muchos avisos publicitarios. ¿Cuántas veces usted ha visto a una mujer de no creer en un anuncio y se ha preguntado, sabiendo que nadie le va a contestar: "¿Quién es esa hembra?". Pues, bueno, muchas veces Silvana es esa hembra.

Le encanta viajar, quedó fascinada con Hawaii (quizá en parte porque fue miss Hawaiian Tropic) y espera que le pase lo mismo con India y Tailandia; tiene dos hijos, Haaguen y Shanikua, dos perros de raza crestado chino. Los ama más que a nada, pero la desesperan cuando no le hacen caso.

Es fiestera, pero no le gusta dormir porque siente que se le va la vida. En lugar de eso, trabaja como loca, como modelo o manejando la parte administrativa de una empresa que asesora otras compañías. Todo lo que sea facturación, contabilidad y pagos, es con ella. Raro, ¿no?

La ropa interior y el adorno en el cuello que lleva puestos, no son tal. En realidad se trata de un body painting, hecho con el nuevo maquillaje de la casa Mac. Lo que sí es real es ese piercing que nos trae locos. Se lo hizo a los 17 años cuando vivía en Miami, luego de haberse perforado la lengua, el ombligo y las orejas. El adorno les hace perder el control a todos, incluso hubo uno que le puso nombre: Lili. A otro hombre, en cambio, no le gustaba, seguramente porque no sabía qué hacer con él.

Algún día la veremos por acá, porque asegura que quiere volver a Colombia. Mientras ese día llega, puede entretenerse con su página de internet, www.sil.ftvstudio.com, y, por supuesto, con estas fotos que hizo para SoHo.